Bonito puesto bajo sospecha
El Gobierno y los 'arrantzales' coinciden en denunciar irregularidades en la pesca y la comercialización del atún
Es jueves y el reloj se acerca a la una de la tarde. María Luisa Munduate espera su turno en la pescadería Esperanza, ubicada en el mercado donostiarra de La Bretxa. El género expuesto luce un cartel con su precio, pero uno contiene una información adicional: bonito "de aquí", a 8,80 euros el kilo. "En general, a poder ser, consumo productos de la tierra", comenta la señora, mientras pide un buen trozo de ese bonito del norte.
María Elorza, a su lado, también compra una rodaja de "bonito de aquí" y se muestra convencida de que sería capaz de distinguirlo frente a otro capturado en el Mediterráneo o Suráfrica. "Se nota en la carne, la textura y el sabor. El de fuera tiene menos sabor, es más blando y más grande. Y más barato", detalla Sara Pailas, una de las dependientas de esa pescadería. Cree, además, que en un mercado tradicional es "difícil" que se haga pasar bonito de fuera por otro del norte. "Quizá en los grandes supermercados...", apunta.
El sector pesquero deja la puerta abierta a parar la flota y acudirá el miércoles al ministerio
El precio en lonja del atún blanco es similar al de 2006 y el del rojo ha caído a la mitad
La conversación viene al caso por la última protesta de los arrantzales y el Gobierno vasco. Ambos han coincidido estos días en denunciar irregularidades en la pesca y comercialización del bonito (atún blanco) y el cimarrón (atún rojo). Esta situación ha causado un "injustificado" descenso en el precio de los túnidos pescados por la flota vasca.
Hasta el pasado 31 de julio se habían desembarcado 2.200 toneladas de bonito del norte, menos de la mitad de lo capturado en la misma época el pasado año. Sin embargo, el precio medio en lonja la última semana ha sido similar al de 2006: unos 2,4 euros el kilo, según las cifras facilitadas por el Departamento de Agricultura, Pesca y Alimentación.
En cuanto al atún rojo, se han desembarcado 800 toneladas, que se han pagado en lonja a cerca de 2,3 euros el kilo, la mitad del precio medio del pasado ejercicio. Y eso que este año está en vigor el plan de recuperación del cimarrón impulsado por la UE y adoptado en noviembre en el contexto de la Comisión Internacional para la Conservación del Atún Atlántico. Dicho plan pretende combatir la sobreexplotación del atún rojo en el Atlántico Este y el Mediterráneo, para lo que establece una serie de restricciones, que incluyen, entre otros aspectos, las cuotas y artes de pesca permitidas.
Tanto el Ejecutivo como los arrantzales aseguran que el sector pesquero vasco está actuando "de manera responsable y ejemplar", haciendo suyo dicho plan. Por contra, critican que algunos países, como Italia y Francia, no cumplen con los compromisos adquiridos. "Pescan con cerco, arrastre pelágico, volantas, con todo lo que está prohibido", sostiene el presidente de la Federación de Cofradías de Guipúzcoa, Jaime Tejedor. Las inspecciones del Gobierno vasco concluyen que en el Golfo de Vizcaya se está capturando actualmente cimarrón mediante arrastre pelágico. Ese producto se pone luego en el mercado "de manera irregular y no conforme con las medidas establecidas en el Plan de Recuperación".
Los controles han permitido también descubrir bonito del Mediterráneo capturado con volantas y que "se está ofreciendo al consumidor como bonito del norte". "El fraude está encima de la mesa", insiste Tejedor.
Por ello, ambas partes reclaman al Gobierno central que adopte las medidas precisas para controlar las importaciones y verificar su "escrupulosa" legalidad en el conjunto de España, completando así las supervisiones del Ejecutivo autónomo.
"La situación de la pesquería vasca es insostenible. La anchoa está mal y ahora que vamos a la mar pensando que con el bonito y el atún tenemos futuro...", se queja Tejedor. Este representante de los arrantzales advierte de que los pescadores se encuentran tan "quemados" que no descartan "paralizar toda la flota, la de bajura y la de altura". De momento, el sector se reunirá el próximo miércoles en Madrid con el subdirector de Comercialización Pesquera para abordar la situación por la que atraviesa el bonito del norte.
El panorama se agrava por la presencia en el mercado vasco de bonito procedente del Mediterráneo, Suráfrica e, incluso, Australia. Su importación legal, unida a las supuestas importaciones irregulares, están haciendo caer los precios de los túnidos del Cantábrico. Ante esta situación, el Gobierno de Vitoria reclama que se informe bien al consumidor sobre el origen del producto.
El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación contesta que sus mecanismos de control, vigilancia e inspección resultan "extremadamente rigurosos" y funcionan de "forma eficaz", por lo que tiene la certeza de que "no se están produciendo importaciones de productos ilegales". Y recuerda que las importaciones de bonito del Mediterráneo, si son de origen comunitario, se hallan amparadas por la libertad de comercio dentro de la UE.
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