España consigue un periodo transitorio para la reforma de las ayudas a frutas y hortalizas

"España ha conseguido todos los objetivos de la reforma, que garantiza unos años de tranquilidad a los productores". Así de satisfecha se mostró ayer Elena Espinosa, la ministra de Agricultura española, con el compromiso que los Veintisiete alcanzaron ayer para la reforma del mercado de frutas y hortalizas de la Unión Europea y que da más tiempo a los países para adaptarse al nuevo sistema de ayudas.

Los ministros de agricultura de la UE dieron ayer el visto bueno al texto después de dos días de intensas negociaciones, que culminaron con el establecimiento de un periodo transitorio de cuatro y cinco años para la aplicación de la reforma a los productos destinados a la transformación, como solicitaba España, el mayor productor de frutas y verduras de la Unión. La reforma mantiene el volumen de ayudas anuales, que en el caso español asciende a 370 millones anuales.

La reforma del mercado de frutas y hortalizas modificará a partir 2008 el sistema de ayudas, que antes se concedían a lo que se producía y que a partir de ahora se concederán a la superficie cultivada, al margen de qué productos y en qué cantidad salgan a la venta. A cambio, los agricultores tendrán que cumplir con requisitos medioambientales, de seguridad y salud laboral y de buenas prácticas agrícolas. Con esta reforma, la Comisión Europea pretende mejorar la competitividad y animar a los agricultores a cultivar los productos que demanda el mercado, al margen de las ayudas.

El tomate destinado a transformación -para hacer tomate frito o deshidratado- ha sido el producto estrella de la negociación. El acuerdo permite a España continuar concediendo el 50% de las ayudas ligadas a la producción en 2008. El texto autoriza además a otorgar ayudas de Estado al tomate por valor de 15 millones de euros el próximo año, con lo que se compensarán las penalizaciones por haber excedido las cuotas europeas.

En el caso de los cítricos y otros frutales, el periodo transitorio es de cinco años. Hasta 2011, el 100% de las ayudas pueden continuar ligadas a la producción. La reforma prevé dos años adicionales en los que el 25% de las ayudas vendrán determinadas por la superficie cultivada.

Los países de la Unión tienen de plazo hasta el 1 de noviembre para decidir qué sectores o productos se beneficiarán de las prórrogas. Espinosa se reunió ayer mismo con las organizaciones agrarias para ver cómo y con qué productos esperan acogerse a los periodos transitorios.

Otro de los puntos del acuerdo establece que las organizaciones de productores podrán recibir ayudas en caso de crisis para los llamados fondos operativos, que pagará la UE en un 50%, con un tope de hasta un 4,6% del valor de las ventas del producto. El acuerdo permitirá que los agricultores que no estén asociados a una organización puedan recibir ayudas del Estado -hasta un 75% de las que reciben los asociados- en situaciones de crisis durante tres años. Hasta ahora, no tenían derecho a esas ayudas.