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La investigación a Intervida

La Fundación Lealtad detecta anomalías en la contabilidad y gestión de 70 ONG

Una auditoria desvela irregularidades en la presentación y el seguimiento de los proyectos

Sólo 49 de las 119 ONG analizadas por la Fundación Lealtad -empresa de control voluntario de las organizaciones no gubernamentales españolas- cumplen los requisitos de transparencia y buena gestión que, en teoría, caracterizan a las entidades benéficas financiadas con dinero público o donaciones de los ciudadanos. El resto tiene anomalías en las cuentas, o no efectúa seguimientos de los proyectos ni ayuda, en ocasiones, a aquellos para quienes solicitó el dinero. Otras tienen juntas directivas irregulares y trampean con Hacienda. En total, estas ONG manejan casi 550 millones de euros.

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Anesvad e Intervida, las dos ONG actualmente bajo sospecha de corrupción, se sometieron hace pocos años al análisis de los abogados y economistas de la Fundación Lealtad. Lo hicieron, como el resto de ONG auditadas por esta entidad, de forma voluntaria, ya que la ley sólo obliga a las ONG a presentar sus cuentas anualmente a un órgano público de la comunidad autónoma donde esté radicada la ONG y, si su presupuesto supera los dos millones de euros, a una auditoría privada.

La Fundación Lealtad sólo investiga a las ONG que previamente han sometido sus cuentas a la revisión de una firma privada. En este doble control continúa observando irregularidades, como ocurrió con Anesvad e Intervida. Ambas ONG, en descuerdo con las objeciones de la Fundación Lealtad, se dieron de baja como clientes. Esta empresa de análisis -creada a iniciativa de empresarios, profesionales y banqueros- aporta a las ONG analizadas "prestigio y tranquilidad para los donantes", según la directiva Patricia de Rodas. No disponen de medios para desplazarse a los países donde destinan sus fondos la mayoría de las ONG, pero sus empleados analizan los estatutos de cada organización, revisan su documentación y recaban información a las entidades públicas y privadas con las que colaboran. También cruzan cuantos documentos les son aportados y de esa forma, comentan, averiguan la mayor parte de las pifias.

Los códigos éticos vigentes en Estados Unidos han sido el modelo de la Fundación Lealtad para elaborar los Nueve principios de transparencia y buenas prácticas que exige a sus auditados. Abarcan desde la racionalidad exigible a los órganos directivos hasta el origen y la justificación de las donaciones, pasando por el seguimiento de los proyectos y la claridad en la publicidad para captar socios. Según estos nueve principios, los auditores han observado, entre otras, las siguientes anomalías:

- Directivos por libre

La Fundación cree que para que una ONG funcione correctamente el órgano directivo tiene que estar formado por un mínimo de cinco miembros -Intervida durante años tuvo tres-; que se reúnan al menos una vez al año; que no cobren por ello y que se renueven periódicamente. Los incumplimientos son numerosos, especialmente la poca predisposición de algunos directivos a reunirse. Este apartado lo eluden cerca de 40 organizaciones, entre ellas algunas tan conocidas como la Asociación Nuevo Futuro, la Ciudad de la Esperanza y de la Alegría, Save the Children, Médicos Mundi, Acción contra el Hambre o Movimiento por la Paz. Otras, como Traperos de Emaus o la Asociación Proyecto Hombre remuneran a más del 40% de sus junta directiva. Al menos durante los ejercicios supervisados por los analistas.

- Destino del dinero

La Fundación Lealtad advirtió que la Fundación del Valle, ONG que destaca entre sus fines la promoción social de la mujer, destinó en el periodo 2002-2004 más de 3,3 millones de euros a un proyecto denominado Ciur, cuyo fin era "la restauración y acondicionamiento de un complejo inmobiliario de media hectárea en la vía San Francesco di Sales de Roma para transformarlo en residencia para sacerdotes". El analista señala que tal fin "no está directamente relacionado con la misión estatutaria de la entidad" por lo que incumple el objetivo de "claridad en el bien social".

Los directivos de la Fundación del Valle discrepan y en abril de 2004 responden: "Restaurar el inmueble de Roma para transformarlo en residencia de jóvenes -algunos sacerdotes- responde al fin de formar a la juventud. 120 jóvenes se han alojado y formado en la residencia.... Otros 300 participan en los seminarios y conferencias que allí se imparten.... Para llevar a cabo actividades de formación, la infraestructura es el primer bien necesario".

- Cuentas confusas

"Una de las excusas más utilizadas para no donar es la opinión generalizada de que no existe un control real sobre el gasto". Sobre esta premisa, estos auditores exigen total transparencia en la contabilidad. En este apartado, las irregularidades en la presentación o seguimiento de los proyectos son numerosas, así como las declaraciones incorrectas a Hacienda. Citan hasta medio centenar de ONG con problemas a la hora de detallar sus fuentes de financiación y las cantidades aportadas, incumplir "la planificación de las actividades con objetivos cuantificables y hacerlos públicos" o "presentar una estructura financiera con excesivos desequilibrios". También recrimina a unas cuantas carecer de planes de actuación y gasto debidamente documentados. Otras aportan papeles "sin fechas ni cronograma" o justificantes no aprobados por el patronato. Hay alguna ONG que no especifica, durante cuatro años consecutivos, a qué destina el dinero.

Ariane Arpa, la directora de Intermon Oxfam, la ONG que más presupuesto maneja de todas las auditadas, aconseja a los donantes que sea exigentes con sus aportaciones y que se asesoren con detalle en el Directorio de la CONGDE (www.congde.org) y en la Guía de la Transparencia y Buenas Prácticas de la Fundación Lealtad (www.fundaciónlealtad.org). En su opinión, el conocimiento es "el mejor antídoto contra la desconfianza".

Las cuentas claras

Las ONG que más recursos manejan cuentan con una buena gestión y contabilidad transparente. No recurren a la publicidad engañosa, documentan todos sus actos, realizan seguimiento de sus inversiones y forman a legiones de voluntarios.

Los donantes de 49 ONG -que mueven anualmente más de 400 millones de euros- pueden estar tranquilos, según los auditores de la Fundación Lealtad. Entre ellas figuran la sección española de UNICEF (45,2 millones de presupuesto); Cáritas, con 20,5 millones; Intermón Oxfam, con más de 64 millones de presupuesto y 240.000 socios, y Manos Unidas (48,2 millones), que interviene en 68 países.

ONG tan populares como Médicos sin Fronteras, Médicos del Mundo, la Asociación Española contra el Cáncer o Ayuda en Acción resultan asimismo encomiables para los auditores. Suman en total 152 millones de presupuesto.

Pero la transparencia no es sólo cuestión de tamaño. ONG modestas como PayaSOSpital, la

Fundación Nantik Lum, que gestiona microcréditos, o Watu Acción Indígena se someten cada año a auditorias dobles aunque apenas alcancen los 250.000 euros de presupuesto.

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