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La lucha por la igualdad

Las mujeres africanas y españolas piden a la ONU una agencia para la igualdad

Zapatero se declara "feminista" e invita a otros países a sumarse al encuentro hispano-africano

Carmen Morán Breña

El encuentro hispanoafricano de mujeres cerró ayer, Día Internacional de la Mujer Trabajadora, con el discurso del presidente Zapatero, quien se declaró "feminista" y prometió invitar a otros países a que se sumen a la iniciativa por el progreso y la igualdad que, por segundo año consecutivo, celebran españolas y africanas. Le pidieron al presidente que reclame en Europa los apoyos necesarios para un comercio libre de aranceles y ellas se comprometieron a exigir que Naciones Unidas tenga una agencia para la equidad dotada "con los recursos humanos y técnicos suficientes". Para celebrar el día, el ministro de Defensa, José Antonio Alonso, recibió en Getafe a la primera piloto de combate española.

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El presidente Zapatero se declaró feminista convencido y arrancó un sonoro aplauso de cientos de mujeres africanas y españolas reunidas en Madrid. Esa postura igualitaria, dijo el presidente del Gobierno, se la han enseñado las mujeres, "cuya voz silenciada ha denunciado una verdad incuestionable: ante la injusticia no hay vencedores". En el Día Internacional de la Mujer Trabajadora, su discurso clausuró el encuentro hispanoafricano de Mujeres por un Mundo Mejor, una reunión que ha continuado en Madrid, ayer y el miércoles, los trabajos que cientos de mujeres comenzaron en Mozambique en 2006. En esta ocasión, el compromiso más relevante alcanzado ha sido el apoyo firme a la creación de una agencia para la iguadad en las Naciones Unidas "con rango y recursos financieros, técnicos y humanos suficientes".

Los apoyos de los países ricos son fundamentales. La presidenta de la Fundación para el Desarollo de la Comunidad, la activista Graça Machel, reclamó a España que abandere esa reclamación: "España tiene un 50% de mujeres en su Gobierno y leyes muy progresistas, así que tiene autoridad moral para pedir a Europa apoyo", dijo. Esta líder africana se refería a los aranceles proteccionistas que taponan el comercio africano. "En Europa una vaca recibe dos dólares al día y nosotros [los africanos] un dólar". Machel pidió a las mujeres dirigentes que "piensen en grande. No basta con llegar las primeras, hay que tirar de las demás, de la mujer rural", añadió.

Zapatero aseguró que la riqueza de los países no garantiza que no haya discriminación y violencia de género, sin embargo, lamentó que de los 30 países del mundo, 28 estén en África y las terribles cotas de analfabetismo, esperanza de vida o escolarización que arrastra el continente. Se comprometió a "cooperar más y con mayor eficacia" e invitó a todos los países a sumarse a este encuentro, por ahora bilateral, entre España y África.

La escritora Almudena Grandes animó a las africanas a seguir adelante: "Las españolas conocemos la naturaleza de los desiertos, nuestras madres y abuelas tuvieron que aguantar uno enorme y seco, estéril y humillante, que se prolongó 40 años. Los desiertos florecen al final del camino", acabó entre aplausos.

La doble idea de que la democracia es imprescindible para el progreso y la mujer, imprescindible para la democracia, ha latido en el congreso. Zapatero también aludió a ella: "Frenar el acceso de las mujeres al poder es desvirtuar las posibilidades de la democracia" y recordó, en alusión a la violencia de género, que "hay lacras ignominiosas precisamente porque la sociedad se contruye sin mujeres". El presidente recordó que España "va a reducir en dos tercios la mortalidad infantil vacunando a 500 millones de niños hasta 2015 y a apoyar iniciativas que llevarán a 100 millones de niños a la escuela, 58 de ellos, niñas".

Cuando salía del recinto una becaria del Instituto de la Mujer le felicitó por declararse feminista: "Es cierto, y creo que eso lo tengo acreditado", se despidió el presidente.

La vicepresidenta María Teresa Fernández de La Vega (de espaldas) saluda a la ministra de Kenia y premio Nobel de la Paz Wangari Maathai, con Zapatero y la presidenta de Liberia, Ellen Johnson-Sirleaf.
La vicepresidenta María Teresa Fernández de La Vega (de espaldas) saluda a la ministra de Kenia y premio Nobel de la Paz Wangari Maathai, con Zapatero y la presidenta de Liberia, Ellen Johnson-Sirleaf.GORKA LEJARCEGI

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Sobre la firma

Carmen Morán Breña
Trabaja en EL PAÍS desde 1997 donde ha sido jefa de sección en Sociedad, Nacional y Cultura. Ha tratado a fondo temas de educación, asuntos sociales e igualdad. Ahora se desempeña como reportera en México.

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