La policía iraní carga contra 700 feministas en Teherán
Irán es uno de los países del mundo dónde resulta más difícil la lucha de las mujeres por la igualdad, a juzgar por los acontecimientos de los últimos días. Ayer, Día Internacional de la Mujer, la policía iraní cargó contra unas 700 activistas que se manifestaban por su derecho a no ser discriminadas frente al parlamento en Teherán, la capital de país. Así lo aseguraba una de las manifestantes, citada por la agencia Reuters, que señalaba además que fueron golpeadas con porras por los agentes. Ninguna de ellas resultó herida de gravedad ni fue detenida, añadió la misma fuente.
El pasado domingo, otras 31 mujeres fueron detenidas mientras se manifestaban frente
Tribunal Islámico Revolucionario en Teherán. Pedían un juicio justo para cinco activistas que permanecen en prisión desde junio de 2006 acusadas de "actos contra la seguridad nacional" por participar en una concentración "no autorizada". 28 de las mujeres detenidas el pasado domingo han sido ya liberadas, informó ayer su abogado. Las fianzas que han tenido que pagar para salir de la cárcel van de los 8.000 a los 42.000 euros.
Además, la puesta en libertad se ha producido después de las críticas de la Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Louise Arbour. "Esas mujeres estaban ejerciendo su derecho a la libertad de reunión pacífica y a la libertad de expresión", afirmó Arbour.
Gestos en Pakistán
En Pakistán, donde una representante de un parlamento provincial fue asesinada el pasado mes por el hecho de ser mujer y política, el presidente Pervez Musharraf aprovechó la celebración de ayer para manifestar su predisposición a hacer las reformas necesarias para apoyar a las mujeres dentro de la sociedad paquistaní, "fuertemente dominada por los hombres", admitió. Eso sí, añadió que la responsabilidad última de ese cambio descansa en "las propias mujeres", dijo durante una conferencia de celebración del Día de la Mujer celebrada en Islamabad.
El Gobierno paquistaní aprobó el pasado mes de noviembre una ley que enmendaba la estricta legislación islámica del país, la cual hacía hasta ese momento casi imposible a las mujeres acusar a un hombre de violación. Una de las principales ONG del país asiático, Comisión de Derechos
Humanos, recogió en el último año 900 casos de violaciones y, además, aseguró que al menos 565 mujeres fueron asesinadas en ese periodo por sus familias bajo el argumento de preservar su honor.
Musaharraf aseguró que seguirá impulsando leyes para acabar con la violencia hacia las mujeres: "Esas leyes [las islámicas] están hechas por hombres, y quien diga que tocarlas es ir con el Islam están muy equivocados"
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