PÍLDORAS
Cáncer de cervix
Unos 300 millones de mujeres están infectadas por el virus del papiloma humano (VPH), principal responsable de cáncer de cuello de útero, del que mueren unas 300.000. España y Eslovenia son los únicos países europeos en los que se registra un aumento de este cáncer, que cada año afecta a unas 2.100 españolas y provoca la muerte de unas 750. Ante la próxima introducción de las vacunas del VPH y las nuevas técnicas de cribado, se acaba de presentar el segundo documento de consenso para la prevención del cáncer de cuello uterino, auspiciado por cuatro sociedades científicas, las de Ginecología y Obstetricia, Patología Cervical y Colposcopia, Citología y Anatomía Patológica. El consenso ha sido publicado en una edición especial de la revista Progresos en Obstetricia y Ginecología. Luis Puig Tintoré, coordinador del consenso, afirma que el documento servirá no sólo para proporcionar pautas que mejoren los resultados en prevención, sino también para homogeneizar conductas que permitan un análisis válido de los mismos.- C.G.
Teléfonos móviles
Por si quedaba alguna duda, un estudio en el que se ha involucrado a más de 420.000 personas que han utilizado teléfonos móviles durante más de 10 años concluye que su uso no está asociado con un incremento del riesgo de desarrollar algún tipo de cáncer. Los datos de este estudio se publican en el Journal of the National Cáncer Institute. Pese a las sospechas iniciales de daños cerebrales, todos los estudios publicados hasta la fecha son coincidentes: no se ha demostrado que el uso de las terminales de los móviles cause problemas en la salud.
Células madre
El cerebro contiene células madre que tienen la capacidad para reparar este órgano tras el nacimiento, según un estudio dirigido por el Instituto Howards Hughes y la Universidad de California (Estados Unidos) en el que han participado los investigadores españoles José Manuel García Verdugo y Manuel Soriano Navarro, de la Universidad de Valencia. El descubrimiento, que aparece publicado en la revista Cell, podría tener futuras implicaciones clínicas para el tratamiento de los daños cerebrales. Los investigadores descubrieron que el cerebro de ratones dañados gravemente por la pérdida de los genes Numb y Numblike en una región justo después del nacimiento mostraban una reparación importante tras varias semanas. Atribuyeron la reparación a las células madre neurales "evadidas" que de alguna forma habían retenido o restablecido la actividad de los genes y, con ello, su potencial regenerador.
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