El Museo Getty de Los Ángeles rompe las negociaciones con Italia sobre antigüedades
Roma exige la devolución de medio centenar de obras y lanza un ultimátum al centro
Se acabaron los contactos, se acabaron los viajes a Roma, se acabó la diplomacia. Tras meses de negociaciones, que parecían llevar a buen puerto, el Museo Getty de Los Ángeles decidía el martes a última hora romper conversaciones con el Gobierno de Italia. El cambio de rumbo fue radical.
Se acabaron los contactos, se acabaron los viajes a Roma, se acabó la diplomacia. Tras meses de negociaciones, que parecían llevar a buen puerto, el Museo Getty de Los Ángeles decidía el martes a última hora romper conversaciones con el Gobierno de Italia. El cambio de rumbo fue radical. El museo consideró "inaceptable" el ultimátum dado por Roma para que devolviera medio centenar de obras de arte que están en su poder y que Italia considera que han sido adquiridas de forma ilegal a través del tráfico de obras de arte. El Getty acepta devolver hasta 26 obras como parte de un acuerdo alcanzado el pasado mes de octubre con el Ministerio de Cultura italiano. Pero Roma no está dispuesta a dejar en suelo americano ni la Venus de Morgantina ni el Atleta de Lisipo, las joyas de la Villa Getty, en Malibú. Roma quiere todas y cada una las piezas que reclama.
La amenaza de Italia es el "embargo total" al museo californiano, que no recibirá ni podrá realizar ninguna actividad en territorio italiano. La decisión del museo llega tras un año de tensas negociaciones con el ministro de Cultura italiano, Francesco Rutelli, quien exige 52 obras de la colección privada del museo. La reclamación italiana se basa en las pruebas que han salido a la luz durante un juicio en Roma contra Marion True, antigua conservadora del Getty, y Robert Hecht, marchante de arte, por comercio ilegal de antigüedades. Presionando con este juicio y agitando el fantasma de las querellas contra directivos de museos ante los tribunales americanos, Italia ha conseguido recuperar buena parte de las piezas reclamadas al Metropolitan Museum y al Museum de Fine Arts en Boston, que desean evitarse la vergüenza de un proceso internacional. En julio, el museo fundado por el magnate del petróleo, Jean Paul Getty, anunció la devolución a Grecia de dos piezas muy antiguas que fueron adquiridas por el museo de forma ilegal.
"Durante los últimos seis meses he intentado explicar la situación de modo amistoso a los responsables del Getty. Pero si no la comprenden, me temo que la conciliación se va a acabar, y empezará, en cambio, un conflicto serio", amenazó Rutelli hace unos días a través del diario Los Angeles Times. Y sucedió. El pasado viernes se rompían los contactos en Roma, tras una fracasada visita a esa ciudad por parte del director del museo, Michael Brand, al responsable de Cultura italiano. "Aunque estoy comprometido con garantizar que el Paul Getty Museum cumpla con sus obligaciones internacionales, tengo igualmente la obligación de preservar y proteger la colección del museo", indicó en un comunicado el director del museo.
El Ministerio de Bienes y Actividades Culturales italiano se limitó a decir ayer que la carta del Museo Getty había sido recibida "con sorpresa y decepción", y anunció que el ministro y vicepresidente del Gobierno, Francesco Rutelli, estaba "analizándola con atención", con el asesoramiento de un equipo jurídico. El ministro Rutelli convocó para hoy jueves una conferencia de prensa en la que debería dar a conocer la posición oficial del Gobierno italiano ante la ruptura de conversaciones por parte del museo estadounidense, informa Enric González.
Babelia
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