600.000 ejemplares son sacrificados cada año en experimentos científicos, docencia y cosmética

En 2004 se utilizaron en España 626.598 animales en experimentación, de los cuales más de la mitad (473.855) eran ratones, según los datos del Ministerio de Agricultura. Entre las especies sacrificadas no hubo ningún mono y sí 435 gatos, 904 perros y 6.547 caballos o asnos. En la investigación de cosméticos se sacrificaron 3.480 animales.

Aunque la nueva ley no afectará demasiado a los grandes centros de investigación, que ya cuentan con animalarios reglados, puede reducir el número de prácticas con animales en las facultades de ciencias.

Cuando los alumnos de Fisiología de Farmacia llegan al laboratorio, su primera práctica consiste en diseccionar una rata, ver sus órganos, matarla y tirarla a la basura. El segundo día, los alumnos tienen que realizar "una perfusión intestinal en rata". El animal está anestesiado y con las patas atadas a una tabla mediante una goma elástica. La rata está abierta en canal. Su corazón late a la vista.

Los estudiantes le cortan el intestino delgado por los dos extremos y por la parte superior colocan un tubo con un líquido en el que han disuelto una cantidad de azúcar. Al final del intestino recogen el líquido y miden cuánta azúcar queda y cuánta ha abosirbido la rata. Aunque los resultados nunca son exactos ni aproximados, porque los materiales son rudimentarios, así comprueban en la práctica lo que ya saben: que el intestino absorbe azúcar. Pero eso no es lo más importante. Lo más importante es que se familiaricen con la práctica. Cuando acaba la clase, con unas tijeras se le corta el diafragma a la rata, que muere con el corazón fibrilando. En 2004, 10.982 animales fueron sacrificados para docencia y más de la mitad fueron ratas.

En España estas prácticas no generan la polémica que en el Reino Unido, donde medio millar de científicos firmaron un manifiesto a favor de la investigación con animales después de que una granja de cobayas fuera acosada durante años.