Zapatero pedirá a los Veinticinco ayuda frente a la inmigración

Que no decaiga la atención europea sobre la inmigración cuando llegue el frío y se reduzca el desembarco de cayucos en Canarias es el objetivo que se ha fijado el presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, que hoy se reunirá con los jefes de Estado y de Gobierno de la UE en la ciudad finlandesa de Lahti. Zapatero ha sido invitado por Finlandia, que preside este semestre la UE, a presentar su posición sobre la inmigración durante el almuerzo de trabajo que tendrá lugar hoy durante la cumbre informal.

El presidente español pedirá el refuerzo de las fronteras de la UE -puertos, aeropuertos y puestos fronterizos-, solicitará a los Estados miembros más medios para patrullar las costas africanas y defenderá la necesidad de tratar el tema de la inmigración legal en el contexto de la lucha contra la inmigración clandestina.

Zapatero hará hincapié en el llamado control integrado de las fronteras exteriores de la Unión, que contempla entre otras cosas que funcionarios de otros países participen, por ejemplo, en la recepción de inmigrantes llegados al aeropuerto madrileño de Barajas. La integración también incluye un mayor intercambio entre los distintos Estados miembros de información sobre los inmigrantes que llegan a las fronteras.

Pero está por ver cuál será la respuesta a la intervención de Zapatero por parte de los socios europeos, que el pasado septiembre en Tampere (Finlandia) no escatimaron críticas a la política migratoria española. Austria, Holanda y Alemania se quejaron entonces de que España pide ayuda a Europa en tiempos de crisis, mientras que el año pasado llevó a cabo una regularización masiva de inmigrantes sin contar con la opinión de los países europeos.

Línea roja infranqueable

Para estos países, el tema de la inmigración legal constituye una línea roja infranqueable, ya que consideran cualquier injerencia europea un ataque a su soberanía nacional. La Comisión Europea, sin embargo, no pierde ocasión de recordar que los Veinticinco tienen que adoptar un plan de gestión conjunta de los flujos migratorios.

La última vez fue el vicepresidente del Ejecutivo comunitario, Franco Frattini, el que ante los líderes de la Unión Africana reunidos junto con una decena de comisarios europeos en Addis Abeba explicó que Europa necesita mano de obra extranjera en muchos sectores, que no hacen falta sólo trabajadores cualificados.

En cualquier caso, no está previsto que de la cumbre de Lahti nazcan nuevos compromisos ni propuestas concretas, ya que será en diciembre cuando los jefes de Estado y de Gobierno de la UE se sienten a traducir las buenas palabras en medidas efectivas.