La UE declara la guerra a la dependencia energética con un plan de ahorro radical

La Comisión Europea lanzó ayer un ambicioso plan de recorte de consumo energético en la víspera de la reunión de los Veinticinco con Vladímir Putin, presidente de Rusia, principal proveedor de petróleo y gas a la UE. El objetivo de Bruselas es reducir el consumo energético de los 25 Estados miembros en un 20% para 2020. El desafío de la dependencia energética exterior de Europa constituirá el tema central de la cumbre que los jefes de Estado y de Gobierno celebran hoy en la ciudad finlandesa de Lahti. Los otros dos asuntos principales de la agenda serán la inmigración y la innovación.

El presidente de Francia, Jacques Chirac, propondrá en la reunión el nombramiento de un responsable específico de los temas energéticos de los Veinticinco y la celebración de una cumbre de los miembros de la Unión y de los principales países proveedores.

El nuevo plan de ahorro, que el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durão Barroso, había aplazado para presentarlo junto a un gran paquete de medidas sobre la energía a principios del próximo año, durante la presidencia alemana, ha sido adelantado con motivo de la presente cumbre. La UE quiere mostrar a las autoridades de Moscú que también cuenta con instrumentos propios para reducir su dependencia energética. Si no se toman medidas, las importaciones de productos energéticos (básicamente, gas y petróleo) por parte de la UE significarán el 70% de sus necesidades de consumo en 2030, según Christian Cleutinx, director del Diálogo sobre la Energía entre la UE y Rusia. En el caso del gas, las importaciones representarán el 80% de las necesidades.

Para el desarrollo de esta estrategia, la Comisión Europea elaborará en los próximos seis años un paquete de directivas y reglamentos con medidas para los distintos sectores y actividades. Hay planes previstos dirigidos a los ayuntamientos de las grandes ciudades para que disminuyan el consumo en el transporte público, medidas específicas para el sector del automóvil para reducir las emisiones de CO2 y un plan específico para la construcción, que prevé exigir la certificación energética a los edificios de más de 500 metros cuadrados, cuando según la directiva actual es de 1.000 metros cuadrados.

En total, se prevén más de 70 medidas, destacando especialmente las disposiciones fiscales dirigidas a reducir el consumo. Hay un paquete de medidas más prácticas dirigidas a cambiar los hábitos de los ciudadanos sobre el uso de la electricidad, electrodomésticos y transportes.

El objetivo es lograr una reducción del consumo en 2020 equivalente a las actuales necesidades de Alemania y Holanda conjuntamente, que supondrá un ahorro de 100.000 millones de euros, según manifestó Andris Piebalgs, comisario de Energía. Piebalgs, responsable de la elaboración del plan, lamentó la situación actual en que "Europa derrocha el 20% de la energía que consume". Y precisó que "ahorrando energía se pueden solucionar los problemas del cambio climático y reducir la dependencia exterior". La ejecución del plan permitirá reducir 780 millones de toneladas de emisiones de CO2.

Por otro lado, la UE va a ofrecer a Kazajistán, uno de los grandes productores mundiales de petróleo y gas, una relación de privilegio con elementos de los que ya gozan los países que participan en la Política de Vecindad, a cambio de una relación estratégica basada en la garantía de aprovisionamiento energético, informa Ricardo M. de Rituerto desde Astana, la capital kazaja. "Rusia es un socio fiable y lo seguirá siendo", explicó ayer Benita Ferrero-Waldner, comisaria de Relaciones Exteriores de la UE, "pero queremos diversificar". Ferrero-Waldner se entrevistó en Astana con el presidente, Nursultán Nazarbáyev, para abordar un amplio abanico de cuestiones en el marco del descubrimiento de Kazajistán y de Asia Central que la UE confiesa estar haciendo ahora. Alemania ha adelantado que una de las prioridades de la presidencia que empezará el próximo 1 de enero será potenciar las relaciones con la región.

Kazajistán cuenta con las décimas reservas de petróleo del mundo y es número 15 en el ranking del gas. También el segundo en reservas de uranio. Para compensar el tiempo perdido y acuciada por la precariedad energética, la UE está estudiando vías de aproximación a Kazajistán, que deberían quedar reflejadas en un documento que se firmará en diciembre, cuando Nazarbáyev visite Bruselas. En una conferencia dictada en la universidad, Ferrero-Waldner apuntó lo que había indicado a Nazarbáyev sobre la relación de privilegio.

La Política de Vecindad de la UE, que cubre a una quincena de países del arco mediterráneo y oriental de la UE, "es el instrumento de la política exterior comunitaria dirigido a ayudar a nuestros vecinos del este y del sur a acercarse a la UE y beneficiarse de nuestra área de estabilidad, seguridad y prosperidad. Contiene muchos elementos atractivos, como una participación en nuestro mercado interior y en nuestras redes y programas", explicó la comisaria.

Nazarbáyev aceptó la mano tendida y aseguró que su país busca también la máxima diversificación de clientes. Su ministro de Exteriores, Kassymzhomart Tokaev, llegó a estimar que era el primer paso para convertirse en miembro de pleno derecho de la Política de Vecindad.