El 'eje del mal' goza de buena salud
EE UU se encuentra en un punto crítico en Irak, Irán y Corea del Norte
Cinco años después de que el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, introdujera el concepto de un eje del mal formado por Irak, Irán y Corea del Norte, el Gobierno de Washington ha alcanzado un punto crítico con cada uno de estos países: Corea del Norte ha llevado a cabo su primer ensayo nuclear, Irán se niega a paralizar su programa de enriquecimiento de uranio e Irak parece precipitarse hacia una guerra civil tres años y medio después de la invasión.
Estos problemas han elevado el riesgo y obligado al presidente Bush y a sus asesores a realizar difíciles cálculos, según comentan los analistas y funcionarios estadounidenses. La deteriorada situación en Irak ha socavado la credibilidad de la diplomacia estadounidense y limitado las opciones militares de la Administración de Bush, lo que hace que los países del eje del mal se muestren cada vez más seguros de que pueden actuar sin graves consecuencias. Irán, por ejemplo, va a observar detenidamente la reacción diplomática sobre Corea del Norte para determinar hasta dónde puede llegar con su propio programa nuclear.
Robert J. Einhorn, asesor del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales, está convencido de que "Irán analizará detenidamente lo que ocurra en el Consejo de Seguridad, y si Naciones Unidas es incapaz de actuar enérgicamente, Teherán creerá que tiene el camino libre para obrar con impunidad".
Michael E. O'Hanlon, un investigador de la Brookings Institution, considera que la respuesta que dé Estados Unidos a Corea del Norte tendrá efectos expansivos, "Ciertamente, Teherán observará lo que ocurra, como Corea del Norte observó lo que pasó con Pakistán, y sacó la conclusión de que el mundo no castigaría con dureza ni por mucho tiempo a ese país", dice.
Los estrategas políticos debaten las implicaciones domésticas de la prueba nuclear con las elecciones parlamentarias del próximo 7 de noviembre en Estados Unidos. Algunos republicanos predicen que la bomba desviará el foco de la campaña del escándalo sexual protagonizado por el congresista republicano Mark Foley, y recordará a los votantes que viven en un mundo peligroso al que deben enfrentarse líderes de fuertes convicciones. Algunos demócratas creen que el ensayo nuclear será visto como otro fracaso de la política exterior del presidente Bush y han procedido raudos a tratar de echar la culpa a los republicanos.
En el discurso sobre el estado de la Unión de 2002, diseñado para llevar el debate político desde una batalla contra Al Qaeda hacia una posible confrontación con Irak, el presidente Bush mencionó a Corea del Norte, Irán e Irak, y declaró: "Países como éstos, y sus aliados terroristas, constituyen un eje del mal, armándose para amenazar la paz mundial. Al intentar hacerse con armas de destrucción masiva, estos regímenes representan un grave y creciente peligro. En cualquiera de estos casos, el precio de la indiferencia sería catastrófico".
El tema siguió en cabeza en 2003: Estados Unidos invadió Irak y no descubrió armas de destrucción masiva; Corea del Norte empezó a fabricar plutonio, e Irán reveló que había hecho rápidos progresos en un programa para el enriquecimiento de uranio, que había mantenido previamente en secreto.
En contraste con Irak, Bush ha tratado de resolver los contenciosos con Corea del Norte e Irán por medios diplomáticos. Sin embargo, el avance ha sido lento, en parte porque Estados Unidos es reticente a mantener conversaciones bilaterales con cada uno de estos países.
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