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Una bacteria en las espinacas tiene en alerta a 25 Estados de EE UU

Una persona ha fallecido y otras 170 han sido infectadas tras consumir la verdura

Yolanda Monge

En los estantes de los supermercados dedicados a las verduras existe estos días en Estados Unidos un vacío: el hueco dejado por las espinacas tras la alerta alimentaria declarada por la Agencia de Alimentos (FDA, siglas en inglés) después de que se detectase un brote de Escherichia coli que ha causado la muerte a una persona y enfermado a más de 170 en 25 Estados del país. El hueco se rellena con avisos que aportan poca información. Se tienen sospechas de otros dos posibles casos de fallecimientos: un niño de dos años de Idaho y una mujer de 86 años de Maryland, aunque de momento no está confirmado que la causante haya sido la Escherichia coli.

Durante toda la semana pasada, en todas las granjas del Valle de Salinas (California), los inspectores del Departamento de Salud buscaron a un enemigo invisible. Su primera conclusión es que puede que nunca sepan con certeza cuál ha sido la fuente de la bacteria. Quizá por ello, el pasado viernes, la FDA -que había recomendado al público no comer espinacas crudas- daba el visto bueno a toda la producción de esta verdura excepto a la cultivada en tres condados de California (Monterey, San Benito y Santa Clara). Pero para poder vender, los comerciantes primero deben resolver cómo explican a los consumidores que el origen del producto es seguro y está libre de la bacteria. Irónicamente, el origen de la contaminación ha sido encontrado en espinacas de Natural Selections Foods, la mayor empresa dedicada a la producción ecológica en los Estados Unidos.

"Todo el mundo está deseando que se resuelva el problema", declaraba ayer en el diario The New York Times Eric Lauritzen, el responsable de la Comisión de Agricultura del Condado de Monterey. El Valle de Salinas está ahora mismo paralizado: nadie recoge la verdura; nadie la empaqueta; nadie la vende; nadie la sirve en los restaurantes. Y todo esto está ocurriendo precisamente cuando el negocio de la agricultura es el mayor empleador de fuerza de trabajo del Valle de Salinas. Según datos manejados por los distribuidores, la crisis de las espinacas podría suponer alrededor de 100 millones de dólares en pérdidas (algo más de 70 millones de euros).

Casi todo el mundo en el Valle tiene alguna teoría que aportar en torno a las causas del brote: desde retretes portátiles que han sido vaciados en los campos hasta las heces de los ratones y conejos.

"Hay situaciones de preocupación", dijo el pasado viernes en California Mark Roh, de la FDA. Pero no dio más detalles. La FDA confirmó que los inspectores estaban analizando 10 campos, propiedad de seis cultivadores del Valle de Salinas, en busca de pruebas de agua contaminada, equipos en mal estado u otros signos de escasa higiene. "Todas las granjas que hemos visitado han estado relacionadas de alguna forma con la enfermedad". dijo Roh a la agencia Reuters.

Tranquilidad

"Sabemos que las cosechas de espinacas en el resto de EE UU no han estado implicadas en el actual brote de Escherichia coli 0157", añadió Roh. "Por lo tanto, el público puede estar tranquilo de que la espinaca que no ha crecido en las áreas implicadas es segura", dijo también.

La bacteria está presente en los intestinos de muchos animales. También en los seres humanos. Pero existe una cepa, la denominada 0157 H7, que puede desencadenar diarrea sangrante, deshidratación e incluso la muerte. Los 25 Estados en los que hasta ahora se han detectado infecciones entre la población son: Arizona, California, Colorado, Connecticut, Idaho, Illinois, Indiana, Kentucky, Maine, Maryland, Michigan, Minnesota, Nebraska, Nevada, Nuevo Méjico, Nueva York, Ohio, Oregón, Pensilvania, Tennessee, Utah, Virginia, Washington, Wisconsin y Wyoming.

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Sobre la firma

Yolanda Monge
Desde 1998, ha contado para EL PAÍS, desde la redacción de Internacional en Madrid o sobre el terreno como enviada especial, algunos de los acontecimientos que fueron primera plana en el mundo, ya fuera la guerra de los Balcanes o la invasión norteamericana de Irak, entre otros. En la actualidad, es corresponsal en Washington.

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