El humo se cuela por las rendijas de la ley
Muchos bares y restaurantes de más de 100 metros ignoran la prohibición de fumar, alentados por algunas autonomías
"Como el Gobierno de Esperanza Aguirre no ha dicho nada sobre la ley, nosotros por ahora permitimos fumar". Es la explicación que da la encargada de un Pans & Company, una cadena de bocadillos, de Madrid de por qué gran parte de clientela de la segunda planta fuma sin pudor. No hay separación de la zona de no fumadores. Ni ventilación especial. "A primera hora pusimos carteles de prohibido fumar, pero luego los jefes nos dijeron que aquí no hacía falta", añade. "En Barcelona sí que lo han prohibido".
El de ayer estaba llamado a ser el primer día sin humo en bares y restaurantes de más de 100 metros. La prohibición de la ley antitabaco entraba totalmente en vigor tras una moratoria de ocho meses, pero en muchos casos la limitación no pasó del papel. Muchos bares de Madrid, la Comunidad Valenciana o el País Vasco incumplieron la obligación de separar estancamente la zona de fumadores y la de no fumadores. Y lo hicieron alentados por la más o menos clara oposición de sus gobiernos autonómicos a la ley. En otras comunidades, como Cataluña y Andalucía, la norma comenzó con mayor cumplimiento.
Un biombo separa a los fumadores de los no fumadores en algunos locales de Madrid
"Tenemos tabiques movibles, pero no quiero enjaular a los clientes"
El Gobierno de Madrid y el de Valencia (ambos del PP) han anunciado que de momento no perseguirán a los bares que no separen entre fumadores y no fumadores y no exigen separación con tabiques. El Ministerio de Sanidad afirma que estas comunidades van contra la salud de sus ciudadanos pero no opinó sobre el incumplimiento de la norma. Una portavoz alegó que era pronto para calcular si se cumplía o no la ley.
Hosteleros, comunidades y fumadores han retorcido la norma para concluir que no hacen falta tabiques entre la zona de fumadores y el espacio sin humo. Sin embargo, el texto es claro: afirma que en los bares de más de 100 metros destinados al público (no cuenta la barra ni la cocina), "las zonas para fumadores deberán estar separadas físicamente del resto de las dependencias [...] y completamente compartimentadas". Este espacio no podrá suponer más del 30% del local ni superar los 100 metros cuadrados.
No vale como separación el biombo que ayer delimitaba la zona de fumadores en un restaurante de Madrid. "La señora presidenta ha dicho que aquí no hay que tabicar", esgrime el camarero. "Hombre, debería estar separado de verdad, pero yo no voy a denunciar; si no me gusta, no vuelvo", dice Eva, una cliente de 24 años. Los no fumadores pueden denunciar los incumplimientos de la ley, que prevé sanciones de hasta 10.000 euros.
La mañana madrileña sí despertó sin humos para algunos, que vieron con sorpresa cómo no podían encender el cigarrillo tras el café. Como los clientes del bar La Oficina. La terraza y el sol ayudaron a que la gente no protestara mucho cuando escucharon las nuevas reglas. "Veremos lo que pasa en el invierno", dice el encargado. Algunas cadenas, como VIPS, sí han cumplido la norma.
El final de la moratoria pasó casi inadvertido en Valencia. En muchos bares y restaurantes ya funcionaban dos zonas, pero sin ningún tipo de separación -ni física ni mediante "cortinas de aire", una posibilidad recogida en el decreto valenciano, recurrido por el Gobierno-.
Muchos propietarios se amparaban en la información que aseguraban haber recibido de la federación hostelera. "Dicen que tenemos tiempo hasta enero", afirmaba el encargado de la cervecería Riviera. Y detrás de la barra del restaurante Vintara, su propietario, Juan Tamarit, decía: "Yo tengo dos licencias, una de cafetería y otra de restaurante. Esto es la cafetería y aquello es el restaurante, y ninguno mide más de 100 metros". Tamarit señalaba dos partes del mismo local, no separadas, con una frontera difusa. ¿Y eso va a colar? "Sí que cuela".
Muchos bares han recurrido a la picaresca y han reducido el espacio destinado al público para no alcanzar los 100 metros cuadrados y así permitir fumar. Una de las contradicciones de la ley es que permite fumar a los locales pequeños. La Federación Española de Hostelería calculó que un 40% de los locales no han hecho las obras a las que obliga la ley. Los hosteleros criticaron el enfrentamiento entre las comunidades y el Gobierno y la inseguridad y confusión que, a su juicio, ha creado la polémica. Pese a a ello, la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, aseguró que la ley del tabaco tiene una "buena acogida y es muy clara" y añadió: "Tenemos que cumplirla todos, sin excepción".
El cumplimiento de la ley sí fue mayoritario en la ciudad de Málaga. Los que no han separado una zona para fumadores colgaron carteles para prohibir el tabaco. En el café El Jardín, amplio local del centro, uno de los clientes encendía un cigarrillo. El dueño se mostraba tranquilo: "Tenemos 98 metros cuadrados. Estamos al límite", sonreía mostrando la licencia. El presidente de la Asociación de Empresarios Hosteleros de Málaga, Rafael Prado, acusaba al Gobierno de convertir los bares en "proscritos" y a los fumadores en "indeseables que no merecen vivir".
En San Sebastián, el restaurante Miramón Arbelaitz tiene habilitadas una zona para fumadores y otra para no fumadores, separadas por un pasillo. El área donde se permite fumar cuenta con una extracción de humos potente, pero no está completamente cerrada. "Tenemos tabiques movibles, pero no quiero enjaular a los clientes", comenta el chef, José María Arbelaitz. Muchos establecimientos del País Vasco están a la espera de que el Gobierno autonómico elabore un decreto que detalle y aclare ciertos aspectos de la ley estatal antes de decidirse a hacer o no cualquier inversión. El primer día sin nada de tabaco en los restaurantes aún está por llegar.
Esta información ha sido elaborada por Guillermo Abril, Mónica C. Belaza, David Casals, Yolanda Montero, Fernando J. Pérez e Ignacio Zafra.
"Perderé mesas para dejar fumar"
La Generalitat de Cataluña ha intensificado las inspecciones en los restaurantes, bares y discotecas. En la mayoría de los locales inspeccionados ayer, los agentes detectaron incumplimientos.
El inspector Jordi Farrés visitó ayer por la mañana varios locales en Viladecans, cerca de Barcelona. Entre ellos, Jamones Alhambra, un bar de tapas y embutidos. Cinco minutos después de su llegada, apareció en el local un albañil con placas de pladur. "El local mide 105 metros cuadrados y estamos alzando un pequeño almacén para no tener que prohibir fumar", explicó su propietario, Manuel Rodríguez. "Perderé cinco mesas, pero me sale más a cuenta que impedir el tabaco".
En el restaurante In Insto 25, es un biombo de mimbre lo que separa la sala de fumadores con el resto del local. "Se tiene que construir un tabique para aislar este espacio", explicó el inspector Farrés a los propietarios. "Abrimos hace dos meses y no tenemos suficiente dinero para las obras, las queremos hacer en los próximos meses", explicó Alfonso Hels, copropietario. Hels tiene claro que el sólo dejará fumar en el espacio acondicionado. "En el resto, estará prohibido, aunque no hemos tirado los ceniceros porque los utilizaremos para poner cáscaras de cacahuetes y huesos de olivas", añadió.
La Generalitat ha hecho casi 4.600 inspecciones en restaurantes y locales de ocio en lo que va de año. Se han abierto unos 600 expedientes, aunque de todos ellos sólo 14 han acabado en sanción. La mayoría de las sanciones se han producido en hornos de pan y pastelerías que cuentan con una pequeña sección de degustación. La ley prohíbe el tabaco en estas dependencias, sea cual sea su superficie, porque manipulan alimentos.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Archivado En
- Ministerio de Sanidad y Consumo
- Relaciones Gobierno central
- VIII Legislatura España
- Ley antitabaco
- Bares
- Restricciones tabaco
- Legislación española
- PSOE
- Restaurantes
- Legislaturas políticas
- Tabaquismo
- Restricciones consumo
- Comunidad Valenciana
- País Vasco
- Cataluña
- Adicciones
- Tabaco
- Hostelería
- Enfermedades
- Ministerios
- Partidos políticos
- Comunidades autónomas
- Consumo
- Política autonómica
- Medicina