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Editorial:
Editorial
Es responsabilidad del director, y expresa la opinión del diario sobre asuntos de actualidad nacional o internacional

Pobres resultados

La cumbre de la ONU sobre Biodiversidad, celebrada en Curitiba (Brasil), se ha cerrado con pobres resultados si se tienen en cuenta las expectativas creadas y la gravedad del problema al que se enfrentaba. El único aspecto en el que ha habido una recomendación firme ha sido la protección del 10% de todos los espacios del planeta con valor ecológico, una cifra modesta que, sin embargo, será difícil de llevar a la práctica en lo que se refiere a los espacios marítimos, porque la gran mayoría de éstos son de jurisdicción internacional y no está claro cuál es la autoridad que puede impedir el acceso ni imponer sanciones.

Se enfrentaba esta cumbre a la acelerada disminución de la biodiversidad sobre la Tierra, es decir, la desaparición de especies animales y vegetales a causa de la actividad humana, sea ésta la ocupación de espacios naturales para la agricultura, la extensión de los asentamientos urbanos, la presión sobre los recursos naturales de una creciente población humana, las actividades industriales o la incidencia de fenómenos como el calentamiento global.

Mantener esa biodiversidad es crucial, pues en ella radica la estabilidad de los ecosistemas, al tiempo que atesora una enorme riqueza en forma de productos biológicos útiles, en especial para la producción de fármacos, pero también en varios otros sectores industriales, muchos de ellos todavía por descubrir.

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Llegar a acuerdos de protección efectiva de esta biodiversidad supone conciliar intereses en general contrapuestos. Por ejemplo, proteger vastos espacios naturales impide a los países ricos explorarlos en busca de recursos naturales, y a los propios pueblos indígenas utilizar sus riquezas potenciales para impulsar su desarrollo económico.

Sería injusto prohibirles ahora prácticas que han sido habituales en los países hoy más desarrollados y, por esta razón, deben ser compensados económicamente y en forma de cooperación. Como deben ser también compensados por la utilización mercantil que la industria hace de productos provenientes de especies que se dan en estas zonas deprimidas. Sobre todo en este tipo de cuestiones apenas ha habido progresos y lo único positivo es que se haya producido la discusión misma, al tiempo que se ha acordado proseguir los trabajos y avanzar en la preparación de acuerdos para 2010.

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