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Reportaje:

Una 'vice' en el suburbio de Nairobi

Fernández de la Vega anuncia más ayudas a África en un barrio de miseria

Soledad Gallego-Díaz

Kibera es el segundo suburbio marginal más grande de África. Un barrio de hojalata, desechos de madera, cartón y barro, incrustado dentro de Nairobi, en el que viven 800.000 personas desprovistas de los mínimos servicios e infraestructuras: no hay agua potable, letrinas, recogida de basuras ni casas propiamente dichas, sino pequeñas chabolas en las que se hacinan sus habitantes buscando día a día su supervivencia. Ése fue ayer el escenario elegido por la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, para anunciar un mayor compromiso de España en la lucha contra la enfermedad y la pobreza en África subsahariana: en lugar de los 29 millones de euros que tenía que aportar este año al Fondo Global para la Lucha contra el Sida, la Tuberculosis y la Malaria, se añadirán otros 20 millones, de forma que, en total, en cuatro años (2003 a 2006) España habrá aportado 103 millones de euros (una cuarta parte más de lo previsto) y se habrá convertido en el sexto país donante de ese fondo internacional. Además, la vicepresidenta anunció otros 14 millones de euros en un crédito FAD (de ayuda al desarrollo) para reformar y equipar al Hospital Nacional Kenyiatta, un proyecto bilateral con el gobierno de Nairobi que acaba de formalizarse.

España se convertirá en el sexto donante al fondo mundial contra el sida, la malaria y la tuberculosis

El viaje de Fernández de la Vega a Kenia y, en días próximos, a Mozambique, está pensado precisamente para llamar la atención sobre la voluntad del Gobierno de doblar el esfuerzo español de ayuda a África negra, a fin de colaborar con más empuje en el cumplimiento de los llamados Objetivos del Milenio. Fernández de la Vega se reunió primero en Nairobi con las representantes de 11 organismos no gubernamentales kenianos especializados en proyectos para la mujer. La vicepresidenta española les invitó, sobre la marcha, a asistir el próximo año en España a una reunión entre organizaciones y representantes sociales de África y España.

El momento más importante de la jornada fue sin embargo la visita a Kibera, para contemplar sobre el terreno el trabajo de una destacada ONG africana llamada AMREF Flying Doctors a la que la Agencia Española de cooperación Internacional (AECI) ayuda a financiar con un programa trianual de 750.000 euros. Fernández de la Vega, ataviada con un chal local y acompañada por la ministra keniana de Sanidad, se dirigió a la multitud arremolinada en la entrada del barrio para recordar la próxima celebración del Día de la Mujer y animar a las mujeres a proseguir su lucha por una mejor salud y educación y mayor reconocimiento social. La visita a diferentes proyectos de AMREF se realizó entre la curiosidad y la amable acogida de los habitantes del barrio. Kibera, atravesada por un tren y escenario de algunas escenas de la película El jardinero fiel, rebosa vida y es un ejemplo extraordinario de la capacidad de iniciativa de sus moradores, dispuestos a abrir pequeños negocios en instalaciones mínimas.

No hay cine, pero por algunos chelines se ve una película en un vídeo a pilas en una chabola de cartón, abundan las peluquerías y salones de belleza, las tiendas y los pequeños talleres. Y en medio de todo ello, diminutas clínicas igualmente pobres, academias de corte y confección y pequeños gallineros en los que sus propietarios se han apresurado ya a recluir gallinas y patos. No hay casi televisión, pero las noticias corren rápido: el miedo a la gripe aviar inunda ya África.

María Teresa Fernández de la Vega, en su recorrido por Kibera, barrio empobrecido de Nairobi.
María Teresa Fernández de la Vega, en su recorrido por Kibera, barrio empobrecido de Nairobi.EFE

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