Cataluña celebra el retorno de los 'papeles'

Doble bullicio en La Rambla de Barcelona. El de cada sábado por la mañana en esta arteria vital de la ciudad y el que provocaba la presencia de periodistas, mossos d'Esquadra e invitados a la inauguración oficial de la exposición sobre los papeles de Salamanca. El escenario era el Palau Moja, sede de la Dirección General de Patrimonio Cultural de la Generalitat. Allí, en una discreta sala de exposiciones situada en su planta baja, se presentaba la muestra El retorno de los documentos confiscados en Cataluña, que hoy (once de la mañana) abre sus puertas al público, y que podrá visitarse con entrada gratuita hasta el 12 de marzo. Después realizará una itinerancia por otras poblaciones catalanas. "Un pueblo que no hubiera perdido su libertad nunca habría tenido una exposición como ésta, no habría hecho falta. Ojalá a nosotros tampoco nos hubiera hecho falta". El presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, inició así su discurso en el que recordó que el objetivo de la muestra es mostrar a los jóvenes y no tan jóvenes "qué es lo que pasó, qué es lo que se llevaron, cuál es la materia de la que está hecha la vergüenza que pasamos y la dignidad que ahora recuperamos". Acompañado en la tarima por el presidente del Parlament de Cataluña, Ernest Benach; la consejera de Cultura, Caterina Mieras, y el alcalde de Barcelona, Joan Clos, Maragall recordó que el proceso de restitución de los documentos confiscados que ayer se celebraba "en un acto de altísimo contenido simbólico" ha sido largo, difícil y ha requerido la perseverancia y compromiso de muchas personas y la "determinación" del Gobierno español de tirarlo adelante. "Estos días he traducido mi satisfacción por el retorno llamándolos los papeles de Sant Cugat [...] Ahora bien, tal vez, en justicia, tendrían que ser recordados para siempre como los papeles de la dignidad de Cataluña. Porque es sobre todo a la Comisión de la Dignidad a quien tenemos que expresar nuestro agradecimiento".

El retorno permite "la reconciliación sin olvido y la memoria sin rencor", afirma Maragall

Para el presidente de la Generalitat -que hizo varias referencias en su parlamento a la actual negociación sobre el Estatut-, la llegada de los papeles a Cataluña "es la culminación de un acto de justicia histórica y de dignidad democrática". Una decisión, señaló, "que permite la reconciliación sin olvido y la memoria sin rencor. Ahora nos corresponde convertir la reparación en un símbolo de concordia y de futuro". No hubo ningún acto oficial de restitución de los documentos; tras el discurso de Maragall, los asistentes accedieron a la exposición, que incluye 119 documentos, de los que 37 son copias y 82 originales, entre ellos un ejemplar del Estatuto catalán aprobado por las Cortes en 1932. Entre los aistentes figuraraban representantes de todas las fuerzas políticas catalanas con la excepción del Partido Popular, que declinó la invitación, según un portavoz, para que no pudiera interpretarse que participaban en un acto en el que hubiera "vencedores y vencidos", aunque recordaron que el PP catalán estaba a favor de la devolución.

En un formato sencillo y didáctico, la exposición explica el proceso de confiscación -se realizaron unos 1.700 registros en Barcelona y entre junio y julio de 1939 se mandaron a Salamanca 12 vagones con 137 toneladas de documentos-; la utilización que se hizo de estos materiales -tras el vaciado de los documentos en toda España se confeccionaron unos tres millones de fichas personales a partir de las cuales se procedía a la persecución de los implicados-; y la larga historia del retorno. El montaje reproduce algunas de estas fichas y en un audiovisual se explica también la consecuencia que tuvo para algunos el haber sido, por ejemplo, alcalde durante la República: entre 10 y 25 años de cárcel.

Entre los asistentes se encontraba también Helena Cambó, hija del político Francesc Cambó, que se mostró confiada en que en la segunda fase de la restitución que afecta a entidades y particulares puedan devolverle los documentos que pertenecían a su padre y que fueron confiscados primero por los anarquistas y, después, por las tropas franquistas. "Ojalá hubieran venido todos al mismo tiempo, pero bueno, hoy no podemos mirar sólo el caso particular sino celebrar que haya comenzado el proceso de restitución", señaló.

Por la tarde, se celebró otra inauguración presidida por la consejera de Cultura, Caterina Mieras, quien indicó que en este proceso "no hay vencedores ni vencidos" porque "es un triunfo para la democracia.