Creación y mercados
La picaresca ibérica apareció ayer por la tarde a las puertas de las torres venecianas de Montjuïc cuando los pases para entrar y agotar las últimas horas de la feria internacional de moda Bread & Butter Barcelona (BBB) se ponían en la reventa a 200 euros. Esto es inédito hasta entre los más forofos y fanáticos de la moda, y en cierto sentido metaforiza el éxito del evento al implantarse en la capital catalana. ¿Por qué se ha venido BBB a Barcelona? Independientemente de que al teutón le tira el Mediterráneo, la verdad de la vida es bien distinta; la crisis alemana, que llegó a amenazar hasta la terminación de la nueva cúpula del Reichstadt y que es la más severa de su historia desde la posguerra, también se dejó sentir en todos los ámbitos de la industria textil.
La huida hacia el futuro es parte del éxito. BBB sabía perfectamente que Barcelona puede constituir, como de hecho ha sido, un marco cálido y acogedor, pero los propios organizadores están boquiabiertos de alegría con la masiva respuesta del sector y del consumidor medio. Los expositores españoles han pasado de la cincuentena original a 130 en esta edición, lo que quiere decir que más que un espíritu de "colonización" estos chicos honestamente modernos de Berlín están hablando de "integración". Hay algunas firmas españolas cuyo lugar natural está en BBB y cito dos: Custo Barcelona y Vaho Works; el primero es un líder del sector y el segundo es un buen ejemplo del diseño industrial de reciclados con la especialidad de los bolsos para todos los usos posibles.
Otro detalle muy importante es que Bread & Butter potencia el tirón de la moda masculina. Es estadísticamente la ropa de hombre, sus complementos, accesorios y potingues, lo único que ha sentido un pequeño pero ya importante incremento real en los últimos dos años (2002-2004), teniendo en cuenta el tirón fenomenológico de la moda surfera y urbana, y en BBB, entre otros, había tres líderes mundiales: Gravis, Etnies y Criminal. El vaquero es un amable tirano que ejerce su poder y variedad. Y esto es también otro de los grandes aciertos de BBB, dar su justo lugar a los grandes sellos del denim.
En esta edición de Bread & Butter ha habido dos desfiles memorables y uno ha sido el de GURU y otro el de G-STAR, donde hubo actualidad, glamour y energías de esa nueva moda que en definitiva es la que domina el mercado globalizado. En esa línea entendamos que está también Custo Barcelona, y su desfile en el pabellón italiano en la medianoche de ayer, loado por 2.000 personas, lo corrobora. Las interrogantes, una vez desaparecidas de la copa las burbujas del éxito, aparecen con el anuncio de que BBB quiere entrar en la búsqueda de algo tan abstracto y quimérico como una nueva pasarela que nada tenga que ver con las convencionales.
Y esto nos lleva al Macbeth de Shakespeare: es un engañoso bosque que se mueve. Las pasarelas son lo que son y las ferias son lo que son. Ambas se han retroalimentado y sobre todo las ferias se han refinado chupando de la creatividad de las pasarelas mismas.
Babelia
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