_
_
_
_
Editorial:
Editorial
Es responsabilidad del director, y expresa la opinión del diario sobre asuntos de actualidad nacional o internacional

Un camino peligroso

Los espacios radiofónicos de la Cope que han suscitado un dictamen adverso del Consejo Audiovisual de Cataluña (CAC) son un muestrario, ni siquiera exhaustivo, de lo que nunca debe hacer un medio de comunicación: mentir, denigrar, atizar el odio entre los ciudadanos. Nada de esto está protegido por el artículo 20 de la Constitución Española, que consagra el derecho fundamental a la libertad de expresión. La Conferencia Episcopal española, como propietaria de la cadena, tiene una grave responsabilidad en esta deriva de algunos de sus programas.

Por si faltaban pruebas de su irresponsabilidad, la cadena de emisoras se regodeó ayer durante todo el día con la emisión de un diálogo entre el presidente electo de Bolivia, Evo Morales, y un humorista que se hacía pasar por el presidente Zapatero. En vez de envanecerse por la gamberrada y transmitirla una y otra vez, deberían disculparse ante los presidentes de Bolivia y de España y ante los oyentes.

Más información
El Consejo Audiovisual catalán afirma que la Cope vulnera la libertad de expresión
El Consejo Audiovisual de Cataluña cree que la Cope vulnera la libertad de expresión
Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

El CAC ha emitido su dictamen 24 horas después de que el Parlamento catalán ampliara sus competencias, de forma que este organismo tendrá en el futuro un papel decisivo en la concesión de licencias y en la vigilancia y sanción por incumplimiento de las condiciones de concesión de una frecuencia radiofónica. Este organismo emanado del Parlamento juzgará sobre la veracidad de las informaciones o sobre las fronteras entre información y opinión. Lo hace de hecho en un dictamen en el que, citando una amplia jurisprudencia del Tribunal Constitucional y el Tribunal Europeo de Derechos Humanos, concluye que la Cope ha vulnerado los límites constitucionales al ejercicio legítimo de la libertad de información.

El prolijo dictamen del CAC incluye un amplio catálogo de excesos, pero no creemos que un órgano de estas características, emanado del Parlamento, por independiente que se proclame, pueda ser el árbitro que juzgue y sancione a los medios en materia de información. Siempre hemos sostenido que los periodistas estamos sometidos a la ley, que la libertad de expresión no ampara todo, pero el control de legalidad deben realizarlo los tribunales. El camino emprendido por el Parlamento catalán al dotar de tan amplias capacidades al CAC es extremadamente preocupante y peligroso.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_