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El coreano Hwang anuncia un servicio mundial de clonación

El consorcio creará células madre de pacientes para los científicos de cualquier país

Javier Sampedro

Woo Suk Hwang, el científico de la Universidad de Seúl (Corea del Sur) que clonó el año pasado los primeros embriones humanos, anunció ayer la creación de un servicio mundial de clonación con fines médicos. Los científicos de cualquier país que quieran utilizar células madre para estudiar una enfermedad podrán alquilar los servicios del centro coreano, que se encargará de clonar embriones a partir de un paciente y derivar de ellos los cultivos celulares.

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El servicio, dirigido por el propio Hwang, se llama Fundación Mundial de Células Madre, y se trata inicialmente de un consorcio entre Corea del Sur, Estados Unidos y el Reino Unido. Incluye una sede en Seúl y dos pequeños laboratorios satélites, uno en San Francisco y otro en territorio británico.

La clonación terapéutica consiste en tomar el genoma de un paciente, introducirlo en un óvulo privado de su propio genoma, dejar al embrión resultante que se desarrolle unos días y extraerle células madre, que serán genéticamente idénticas al paciente. El principal objetivo a largo plazo es convertir esas células madre en tejidos trasplantables al paciente, pero la técnica es también muy valiosa, y de manera inmediata, para estudiar a fondo los fundamentos de la enfermedad en cuestión. Muchos experimentos cruciales no se pueden hacer en un paciente, pero sí en las células madre clonadas de él.

Los científicos de cualquier país que quieran estudiar una enfermedad de esa forma podrán aprovechar la gran pericia técnica de Hwang y sus colaboradores. Tres técnicos de Seúl se desplazarán regularmente a los laboratorios satélites para hacer el paso crítico del procedimiento, la transferencia nuclear (es decir, la introducción del genoma del paciente en un óvulo donado). Los laboratorios satélites cultivarán las células madre y las mandarán a Seúl para su control de calidad.

Las células se facilitarán después al científico solicitante, a cambio de una tarifa no precisada. El servicio tiene capacidad para generar 100 líneas celulares al año. Los detalles del proyecto se presentan hoy en The New England Journal of Medicine.

"Hwang tiene en Seúl una verdadera factoría, con docenas de técnicos trabajando en dos turnos de 12 horas", comenta Bernat Soria, director del Centro Andaluz de Biología Molecular y Medicina Regenerativa. "La fundación es un proyecto interesante, y es coherente con ese nuevo estilo asiático de producción científica en cadena. Estoy seguro de que funcionará bien".

La fundación fue presentada ayer en Seúl por el presidente surcoreano, Roh Moo-hyun, que afirmó que el objetivo es "iniciar una colaboración internacional que redundará en beneficio de toda la humanidad". El Gobierno surcoreano ha invertido 30.000 millones de wons (24 millones de euros) en la investigación sobre clonación y células madre. Entre los asistentes a la presentación se hallaba Ian Wilmut, padre de la oveja Dolly en el Instituto Roslin de Edimburgo, que celebró la iniciativa coreana como "un componente clave del esfuerzo internacional para cooperar en estas investigaciones", informa Reuters.

Varios investigadores norteamericanos han expresado ya su intención de utilizar el servicio de clonación de Seúl. El neurólogo Evan Snyder, del Instituto Burnham de California, encargará células madre clonadas de pacientes del síndrome Lesch-Nyhan, una enfermedad metabólica congénita. Gerald Schatten, de la Universidad de Pittsburgh y otros científicos quieren células madre clonadas de pacientes de Parkinson y esclerosis lateral amiotrófica (ELA), y también de personas resistentes al VIH, con la idea de obtener linfocitos que no puedan ser infectados por el virus.

La clonación terapéutica sólo podrá aplicarse a la reparación de tejidos cuando los científicos aprendan a controlar la diferenciación de las células madre en otros tipos celulares. Pero su utilización para estudiar los fundamentos biológicos de la enfermedad humana ya es una realidad.

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