Los museos atraen más que los estadios

¿Es posible que un sábado por la noche acuda más gente a los museos que a los estadios de fútbol en todo el fin de semana? En Argentina, aunque parezca increíble, sí, tal y como demostraron hace siete días los 110.000 participantes en la llamada Noche de los museos que abrió las puertas de 53 exposiciones por toda la ciudad. El dato es sólo una muestra de que a pesar de las dificultades económicas y la incertidumbre política la ciudad vive un resurgimiento cultural que la vuelve a colocar como el foco cultural de América del Sur, un primado que ya detentó durante el siglo XX.

Buenos Aires tiene una gran clase media que aunque golpeada y empobrecida por la crisis está acostumbrada a buscar información y participar en todo tipo de eventos culturales. Es el aspecto social del arte lo que explica la masiva afluencia a diversos eventos o la repercusión social que tienen los conflictos generados por las distintas iniciativas culturales. "Hay un sector de la sociedad que, por la crisis económica ha dejado de viajar y ha dirigido parte de su consumo a la cultura", explica el ensayista Patricio Loizaga, director del Palacio Nacional de las Artes.

Pero no sólo es cuestión de público, sino también de artistas. "Hasta la crisis muchos chicos preferían la seguridad laboral y aceptaban estudiar una carrera convencional. La crisis hizo desaparecer esa seguridad y la gente joven prefiere formarse en lo que le gusta: quieren ser artistas", subraya Juan Pablo Correa, subdirector de la revista cultural Negra.

Y este resurgimiento cultural porteño abarca todos los aspectos del arte. "Cuando llegó la democracia en los ochenta hubo una explosión artística pero luego todo eso se apagó y ahora ha vuelto", opina Manuel Mendanha, quien junto a Juliana Laffitte y Agustina Picasso forma el grupo Mondongo, conocido por la utilización de materiales no convencionales en la elaboración de collages. Mendanha destaca como elemento muy positivo la apertura de nuevos espacios para exposiciones y la absorción de nuevos artistas por parte del mercado. Fundamentalmente destacan el Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires (Malba), inaugurado en 2001 y la Fundación Proa, un centro de arte contemporáneo creado a finales de los noventa. "Además, cada vez hay más publicaciones dedicadas a las artes plásticas que dotan de un andamiaje teórico a lo que está sucediendo", añade.

El interés del público argentino por la cultura es más que patente. La última edición de la Feria del Libro de Buenos Aires congregó a un millón de visitantes, el V Festival Internacional de Teatro 100.000 espectadores en 19 jornadas o la Feria del Arte de Buenos Aires fue vista por 85.000 personas, entre otros eventos que se han organizado en la capital argentina durante este año. "Hay una mejora evidente en los últimos años, pero todavía no se favorece el mercado del arte. Por ejemplo, la mayoría de los artistas visuales viven de la docencia", advierte Loizaga. Para Correa la explicación de la mejora es sencilla: "Hay mucha vida cultural porque hay poca vida sexual".