El Gobierno prorroga un año más la financiación a la Iglesia

El desencuentro entre el Gobierno socialista y la Iglesia católica a cuenta de la reforma educativa, la enseñanza de la religión y la legalización del matrimonio entre homosexuales tiene también consecuencias económicas. El proyecto de Presupuestos para 2006 propone la prórroga un año más del sistema de financiación eclesiástica, caducado desde 1992 y que iba a cambiarse este año. Pese a todo, los obispos recibirán en 2006 más de 144 millones de euros, el 2,12% más que en 2005.

El proyecto presupuestario remitido el martes a las Cortes fija en 12.020.242,08 euros las partidas mensuales pagadas a la Conferencia Episcopal, a cuenta de lo que los católicos destinen a su Iglesia en el IRPF de 2006. Lo dice la Disposición adicional 11 del proyecto, que previamente dispone que, "en desarrollo de lo previsto" en el Acuerdo entre el Estado Español y la Santa Sede sobre Asuntos Económicos, de 3 de enero de 1979, "se prorroga el sistema de asignación tributaria a la Iglesia católica", regulado en la ley presupuestaria de 1999 para el año 2000. La prórroga tendrá vigencia para 2006, debiendo revisarse el sistema durante ese año o acordarse una nueva prórroga, añade el proyecto de Ley de Presupuestos.

El llamado impuesto religioso, negociado como transitorio en 1988 entre el Gobierno de Felipe González y los obispos, se creó previo compromiso de buscar una fórmula definitiva de autofinanciación de esta iglesia, incluidos los beneficios fiscales necesarios al efecto. Pero la jerarquía católica ha ido retrasando la solución, sorprendida por el fracaso del actual sistema y la tradicional tacañería de la mayoría de sus fieles. Parecía que 2005, plazo fijado por el Gobierno del PP, iba a ser un año decisivo. El Gobierno socialista alarga ahora el plazo 12 meses más, pero sin dar a conocer las propuestas de una y otra parte.