Zapatero presenta la Alianza de Civilizaciones frente a la "vía del miedo"

El terrorismo es "una gran amenaza de nuestro tiempo" frente a la que "se abren dos caminos: la vía del miedo y la vía de la libertad". En la primera se encuentran "algunos que convierten esta empresa en su prioridad internacional única". En la segunda, iniciativas como la Alianza de Civilizaciones. El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, glosó así ayer en Nueva York su visión de la lucha antiterrorista, tras declararse satisfecho de que la Alianza tome cuerpo en la ONU y asuma la cumbre sus principios en las conclusiones.

"Prácticamente todos los Gobiernos de los países donde hay mayoría islámica están dispuestos a respaldar esta iniciativa, junto a muchos países europeos, latinoamericanos y asiáticos", aseguró el presidente, durante la conferencia de prensa que dio en la sede de la ONU tras entrevistarse con el secretario general, Kofi Annan, y el primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogán, copatrocinador de la Alianza de Civilizaciones.

El acto tuvo algo de puesta de largo de la iniciativa lanzada por Rodríguez Zapatero hace un año con ocasión de su debut en este mismo foro. Annan asumió, entretanto, el proyecto como propio y designó hace pocas semanas a las 19 personalidades que integran el Grupo de Alto Nivel (GAN) de la ONU que va a desarrollarlo. Zapatero y Erdogán, que se incorporó a la iniciativa el pasado 13 de julio, asistirán en noviembre a la primera reunión del GAN, que se celebrará en Mallorca, según confirmó ayer el presidente español. Annan, dijo también, fue invitado a asistir y hará todo lo posible por estar en el encuentro.

Más allá del marco formal de la ONU, el tema de la Alianza de Civilizaciones dominó ayer toda la agenda del presidente del Gobierno, que hizo la exposición más completa que se le conoce sobre su concepto de la lucha antiterrorista en un almuerzo-debate organizado por el Council on Foreign Relations, un centro de análisis de temas internacionales.

Zapatero fue presentado a los comensales, que, según informaba ayer un periódico de Nueva York, pagaron 3.000 dólares el cubierto, por Richard Holbroock, ex embajador de EE UU ante la ONU, que fue enviado especial para los Balcanes del ex presidente Bill Clinton. La ex secretaria de Estado Madeleine Allbright estaba entre el público.

El presidente del Gobierno comenzó su intervención distanciándose de los que no ven más prioridad que el antiterrorismo, "relegando, a mi juicio con error", dijo, "la lucha contra el hambre y la miseria o la defensa del medio ambiente". Uno de los posibles aludidos sería el ex presidente José María Aznar que anoche dio una conferencia en Nueva York patrocinada por la Universidad de Georgetown. Zapatero inscribió dos preguntas decisivas en la disyuntiva planteada. ¿Se pueden poner en cuestión y vulnerar los valores de la democracia para defenderla del terrorismo? ¿Es operativo el recurso sistemático a la fuerza militar para proteger a los ciudadanos? Su respuesta fue: "La defensa de nuestros ciudadanos y de nuestros valores no puede llevarse a cabo con un único instrumento, por poderoso que sea".

Frente a los ataques, hay que "hacer caer todo el peso de la ley" y dotar, por tanto, a los Estados de medios policiales y jurídicos adecuados. "España sabe", además, "que es esencial mantener la unidad", actuar con "firmeza total, pero con los valores de la libertad y la democracia". Subrayó que es lo que su Gobierno hizo tras los atentados del 11-M. "No hemos restringido los derechos y libertades, sino que los hemos ampliado para las mujeres, para los homosexuales, para los jóvenes; hemos aportado más libertad y transparencia en los medios de comunicación, en la vida parlamentaria".

Mantener la unidad antiterrorista en el mundo requiere "un amplio consenso normativo", para el que el presidente consideró "imperativo adoptar ya la Convención global contra el Terrorismo, que debe contener una definición global y compartida del fenómeno", algo que no se ha logrado en esta cumbre.

Hace falta, además, señaló, "un consenso político" que tenga en cuenta "los conflictos enquistados, las enormes fracturas económicas". Hay que expandir, al mismo tiempo, "la convicción de que nada justifica el terrorismo", pero también la de que no es un crimen específico de alguna religión. "Hay que trabajar con el mundo musulmán, igualmente amenazado" e "integrar plenamente en nuestras sociedades y en sus valores" a los jóvenes inmigrantes.

Zapatero concluyó que ése es el proyecto al que pretende servir la Alianza de Civilizaciones, junto a otras iniciativas como el Proceso de Barcelona o el llamado Greater Middle East que promueve el G-8. La intervención de Zapatero fue seguida de un coloquio que no fue abierto a los informadores. El presidente se despidió poco después de Nueva York, tras asistir a la inauguración de la Iniciativa Global del ex presidente Bill Clinton.

Zapatero desistió, en cambio, de estar presente en la cena de gala, a la que tenían previsto acudir el primer ministro británico, Tony Blair y el rey Abdalá de Jordania, entre otras personalidades. Zapatero saludó en el acto inaugural a algunos de estos líderes.