Blair: "La ONU tiene que hacerse mayor"

En un discurso breve y contundente, y en un acto público con el músico Bob Geldof y el presidente Obasanjo de Nigeria, Tony Blair lanzó desde Nueva York un desafío a la comunidad internacional: "Naciones Unidas tiene que hacerse mayor; tiene que ser la expresión visible y creíble de la globalización de la política. O trabajamos juntos o sufrimos aislados", arrancó su intervención ante la asamblea el primer ministro británico, que pidió a la ONU "liderazgo en la lucha contra el terrorismo".

Los principios de la ONU siempre han tenido fuerza moral; ahora hay que actuar, además, por interés propio y en todos los campos. Los efectos "se medirán en las vidas de los millones de personas que jamás escucharán estos discursos o leerán nuestras declaraciones", tanto por lo que se refiere a la ayuda al desarrollo como al liderazgo que Naciones Unidas debe asumir en seguridad: "Los atentados terroristas del 7-J tienen sus orígenes en una ideología nacida a miles de kilómetros de nuestras orillas; jamás detendremos la proliferación de armas nucleares, químicas y biológicas si no hay un consenso internacional para hacerlo; no podremos proteger el medio ambiente o liberalizar el comercio sin una acción eficaz conjunta. Y cuando miramos con repugnancia, como debe ser, la miseria de los millones que mueren en África y otros lugares por hambre, enfermedades y conflictos evitables, la urgencia para actuar no sólo la dicta la conciencia, sino la convicción de que un día, si no hacemos nada, cosecharemos terribles consecuencias".

"Naciones Unidas tiene que ser la expresión creíble de la globalización política"

Ante el Consejo de Seguridad, Blair había ya dicho que el terrorismo jamás será derrotado si flaquea la voluntad de combatirlo: "Los terroristas quieren que creamos que de alguna forma el terrorismo es responsabilidad nuestra. Las causas del terrorismo no hay que buscarlas más que en "una doctrina de fanatismo", y no habrá ninguna victoria "hasta que nuestra defensa de la libertad no sea tan absoluta como su fanatismo, hasta que nuestra pasión por la democracia no iguale su apasionamiento por la tiranía".

La frustración por la modestia del documento de reformas aprobado en Nueva York y el compromiso personal del primer ministro británico en la lucha contra la pobreza en África, llevó a Blair a recordar lo logrado por el G-8 en la última cumbre de Gleneagles (Escocia) sobre la anulación de la deuda de los países más pobres y la puesta en marcha de iniciativas para atajar la miseria en África. "Si hacemos lo que dijimos que íbamos a hacer, la ONU estará a la altura de su nombre y podrá ser el instrumento para conseguir la voluntad global de la gente. Habrá más democracia, menos opresión, más libertad, menos terrorismo, más crecimiento, menos pobreza".

Bob Geldof, el irlandés impulsor de los conciertos de rock Live 8 que han puesto este verano a millones de personas en danza a favor de la lucha contra la pobreza en África, compareció con Blair, con el presidente de Nigeria, Olusegun Obasanjo, y con el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durão Barroso, para pedir a la comunidad internacional que aproveche las próximas citas (reuniones del FMI y del Banco Mundial y, sobre todo, la cumbre de la Organización Mundial de Comercio en Hong Kong) para hacer realidad lo que se puso en marcha en Gleneagles. "Entiendo que esto es un proceso, pero estoy decepcionado por el documento de la ONU. Hay que hacer mucho más, hay que acelerar", dijo Geldof, que suspendió a la ONU con un 4 sobre 10 en el esfuerzo en África y que valoró como "una agradable sorpresa" que Bush respaldara los objetivos del Milenio y ofreciera el desmantelamiento colectivo de barreras comerciales y subvenciones.

Obasanjo asumió los errores de los países africanos y pidió "presión, presión". Blair dijo que va a poner toda la carne en el asador para que en las próximas semanas se apliquen los acuerdos del G-8 y el plan de la Comisión por África: "Aunque siempre iremos por detrás de la urgencia que la realidad exige, sólo cumplir lo prometido sería enorme; si fracasamos, habrá un clamor mundial, y yo no voy a aceptar esto, no sin lanzar una pelea monumental".