Una regulación por debatir

"Hay que introducir racionalidad, modernidad y un poco de sentido común en el sector de la construcción en España si se quiere ser competitivo y cumplir con los compromisos de Kioto", indica Luis Álvarez-Ude, secretario permanente del comité ejecutivo del Green Building Challenge España, que el pasado viernes ultimó en Canarias los preparativos del congreso de Tokio. Es el organismo que, mediante un convenio entre el Ministerio de la Vivienda y el Consejo Superior de Arquitectos de España, está elaborando también un sistema de evaluación de sostenibilidad adaptado al clima y a las características españolas que llevará la denominación de "verde". "Esperemos que esté listo a finales de año y el objetivo es que sea una herramienta de fácil y generalizado uso para todo el sector", indica. Consistirá en una serie de indicadores, cuantificables que darán cuenta de las cargas ambientales del edificio (el consumo de recursos naturales en la construcción, las emisiones de C02 del edificio, el consumo de suelo, energía agua, etcétera...); la calidad del ambiente interior (iluminación, ventilación o aislamiento acústico); y la calidad del servicio (mantenimiento y durabilidad del edificio). "De momento sólo es una herramienta de evaluación, aunque a medio plazo tendrá que serlo también de certificación", señala.

El comité trabaja también en un Libro Blanco sobre la Edificación Sostenible en España, que se entregará al ministerio a finales de año, con el que pretende provocar un amplio debate social a través de una radiografía de la situación actual y de las distintas posibilidades de actuación con el objetivo de acabar consensuando un plan estratégico con vistas al futuro. "No se pueden adelantar datos porque la edificación es un sector muy complejo y muy importante, representa el 12 por ciento del PIB del país, y todos lo datos tienen que estar muy contrastados", señala.