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Un decreto bloquea investigaciones sobre la fiebre aftosa

El virus se considera el principal patógeno animal por su impacto económico

Cuatro investigaciones en curso sobre el virus de fiebre aftosa, el principal patógeno animal en el mundo por su impacto económico, están paralizadas en el Centro de Investigación de Sanidad Animal CISA en Valdeolmos (Madrid), por un decreto-ley de noviembre de 2004 del Ministerio de Agricultura, que prohíbe la manipulación con virus vivo en el centro, de Educación y Ciencia, pese a que dispone de todas las medidas de bioseguridad oportunas.

Las investigaciones paralizadas de momento son cuatro -han solicitado autorizaciones pertinentes en las últimas semanas- de los ocho proyectos que se desarrollan en dicho laboratorio, considerado uno de los centros de referencia mundial para la investigación de fiebre aftosa.

Una veintena de investigadores del CISA enviaron el pasado viernes a la Ministra de Educación y Ciencia, María Jesús San Segundo, una larga carta exponiendo la situación en el centro, debido a la cual "se encuentra seriamente comprometido el desarrollo de ocho proyectos de I+D (nacionales e internacionales) así como de cinco tesis doctorales".

La situación ha cumplido las pesimistas perspectivas que tenían los científicos que trabajan en fiebre aftosa, a raíz del decreto ley del 17 de noviembre pasado, del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA). El decreto ley prohíbe la investigación en el CISA con virus vivo de fiebre aftosa, pese a que el Ministerio de Educación (MEC), al que pertenece el centro a través del Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria (INIA), había confiado en los últimos meses en solucionar el problema antes de que se paralizasen los trabajos allí.

Salvador Ordoñez, secretario de Estado de Universidades e Investigación, aseguró [ver EL PAÍS 17 de marzo] que había recibido garantías por parte del MAPA de que las investigaciones en fiebre aftosa seguirían adelante en el CISA mientras se soluciona el problema. En ese momento 135 científicos españoles habían expresado en una carta abierta su preocupación por el riesgo de que cesara la investigación de fiebre aftosa en Valdeolmos.

Pregunta parlamentaria

En respuesta a una pregunta parlamentaria de Carme García Suárez, de Izquierda Verde, el MEC respondía el pasado 13 de mayo que no tenía "ninguna intención de paralizar las investigaciones sobre el virus de la fiebre aftosa", y aclaraba: "Actualmente se está trabajando con las autoridades del MAPA para adoptar una interpretación consensuada que borre todo indicio de duda sobre la legalidad de continuar investigando con el virus de la fiebre aftosa en el CISA".

La realidad parece sin embargo ir por otro camino. "He pedido autorización para utilizar el animalario del centro con cerdos inyectados de fiebre aftosa y me la han denegado, pero verbalmente sólo, pese a que yo lo he pedido por escrito", afirma Francisco Sobrino, uno de los investigadores afectados. En esta fase de su investigación, una colaboración internacional, estaba prevista la llegada al CISA de un científico de Dinamarca del equipo al que se le ha comunicado que se ahorre el viaje porque no se ha obtenido permiso para trabajar, explica. La utilización de animales, normalmente ratones, hamster o cerdos, es esencial en estos proyectos científicos para comprobar los procesos de infección o verificar los efectos de antivirales y nuevas vacunas.

También se ha denegado permiso para tener animales inoculados con fiebre aftosa en el animalario del centro a otros tres cientìficos: Esther Blanco, Juan Barcena y Noemí Sevilla.

El pasado marzo Ordoñez anunció el nombramiento de un nuevo director del CISA, Manuel Rodriguez Sánchez, catedrático de Veterinaria y vicerrector de dicha universidad, como uno de los pasos para normalizar la situación del CISA. "No soy el director, me ofreció Ordoñez el cargo y he ido unos días al centro. Pero la situación no es lo que yo pensaba; allí no se hace sanidad animal como yo creo que hay que hacerla", explicó Rodriguez la semana pasada a El PAIS. Por ello no ha asumido el cargo ni iniciado siquiera los trámites pertinentes.

El decreto ley de noviembre de 2004 que destapó la crisis es la transposición de una directiva europea, negociada por el MAPA, sobre control de fiebre aftosa que autoriza exclusivamente la investigación con este virus vivo en los centros especificados, país por país, en un apéndice. Algunos países presentaron y obtuvieron autorización para incluir más de un centro en dicho apéndice de la directiva europea.

La sorpresa de los investigadores españoles fue enorme a finales del año pasado cuando conocieron el decreto y la directiva y comprobaron que en España solo quedaba autorizado para sus investigaciones el Laboratorio Central Veterinario de Algete (Madrid), perteneciente al MAPA, y dedicado preferentemente al diagnóstico de los brotes de la enfermedad, pero incapaz de alojar todas las investigaciones que se están realizando con aftosa en el CISA.

La junta de la Sociedad Española de Virología remitió recientemente una carta a las ministras San Segundo y Elena Espinosa, planteando que no encuentra justificación para excluir el centro de Valdeolmos como autorizado para trabajar con el virus, expresando su preocupación por los efectos del decreto y solicitando que se incluya como centro autorizado a trabajar con el virus.

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