Andalucía, tierra de piñas y piñones
La comunidad es la región con mayor extensión de pino piñonero, pero faltan empresas que transformen lo recolectado
La vinculación de la comunidad andaluza con la agricultura es conocida. El olivar, los cítricos y la fresa son cultivos que se asocian fuera de la región a Andalucía. Pero existen otros menos conocidos y no por ello menos importantes.
La piña es un claro ejemplo. Según datos de la Consejería de Medio Ambiente, "Andalucía es la comunidad con mayor extensión mundial de pino piñonero". La mayor parte se concentra en las provincias de Huelva, Cádiz, Sevilla y Córdoba.
La materia prima está ahí. Cada invierno se recogen millones de kilogramos de piñas de los pinos de la región. Pero ¿qué se hace luego con lo recolectado?
Ahí radica el problema. Carlos Castillo, gerente de Coforest -la mayor cooperativa española de recolectores y transformadores de este producto- explica que no existe tradición en la comunidad a la hora de extraer de la piña los piñones.
Los agricultores recogen la piña en bruto y la venden a transformadores
El proceso tiene tres fases principalmente. Cada invierno, entre los meses de diciembre y marzo, se recogen las piñas de los pinares. Luego, en verano, son tratadas: primero se extrae el piñón con cáscara y, por último, se consigue el piñón blanco, que es el que llega al consumidor. Los agricultores de la región se quedan estancados en el primer paso, es decir, se limitan a recoger la piña en bruto que luego venden a transformadores de fuera. Castillo sostiene que una parte importante de este volumen es comprado por empresas de Castilla, de Cataluña e, incluso, de Italia. Él lo tiene claro: "La región también se tendría que quedar con el valor añadido de la transformación".
Coforest agrupa a unos 120 propietarios y recolectores fundamentalmente del municipio cordobés de Villaviciosa, con gran tradición en este campo. Además de recoger las piñas, también extraen el piñón con cáscara. Les falta el último eslabón de la cadena, conseguir el producto final para comercializarlo desde Córdoba. Ése el proyecto que tienen en mente, según Castillo. Pero necesitan de una fuerte inversión, por lo que están pensando en abrir la cooperativa, que en su mayoría está compuesta por pequeños y medianos productores, a otras provincias de la región e incluso de Badajoz.
La semana pasada la consejera de Medio Ambiente de la Junta, Fuensanta Coves, conoció las instalaciones de Coforest. Aprovechó su visita para presidir la firma de un convenio entre la cooperativa y Egmasa (Empresa Pública de Gestión Medio Ambiental, SA). El acuerdo consiste en que Egmasa enviará a Coforest todas las piñas que recolecte en los montes públicos que gestiona durante los próximos cinco años.
La firma del convenio pone por escrito un acuerdo tácito que ya existía entre ambas empresas. Por ejemplo, el año pasado, de los dos millones de kilogramos que trataron en la cooperativa cordobesa, la mitad provenía de Egmasa.
Por lo tanto, Coforest se encargará de transformar en piñones con cáscara las piñas de los montes públicos andaluces y de los pinares de los socios de la cooperativa. Pero hay otro tipo de pinares del que también salen miles de kilos al año. Se trata, según Castillo, de los montes "consorciados", que fundamentalmente están radicados en la provincia de Huelva.
Allí existen pinares que tienen un régimen de cierta intervención de las administraciones que impide a los propietarios hacer todo lo que quieran con los pinos. Por lo tanto, es la Administración la encargada de sacar a subasta la recolección de las piñas. Algo muy parecido ocurre también en Huelva con los pinares propiedad del Ayuntamiento. Castillo sostiene que "buena parte de las empresas que pujan en las subastas son de fuera de Andalucía".
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