Comienza el juicio oral por presunto plagio del 'Carmina Burana' de Rico
"La mentira me molesta mucho más que el plagio", afirma el catedrático y académico
El Juzgado de Instrucción número 7 de Barcelona ha declarado la apertura de juicio oral por presunto delito contra la propiedad intelectual contra Javier Ruiz Portella, responsable de la editorial Áltera, por el presunto plagio de la edición del Carmina Burana de Francisco Rico. Según el auto del juzgado, Ruiz Portella publicó en 2003 el mencionado libro que es reproducción del publicado por Seix Barral en 1978, con prólogo de Carlos Yarza y traducción de Lluís Moles. Yarza y Moles son conocidos seudónimos (en especial para sus versiones literarias de textos latinos) de Rico.
El libro de Áltera incluye un prólogo de Rodolfo Vargas Rubio y la traducción es atribuida a María del Carmen Robles. En el acta de declaración de Ruiz Portella se especifica que "en 2002, María del Carmen Robles, al parecer argentina y de la que no se tienen otros datos", se puso en contacto con Portella "manifestándole que había efectuado una traducción de los textos de Carmina Burana y que estaba dispuesta a entregárselos gratuitamente para su edición". Ni Ruiz Portella ni ningún empleado de la editorial "comprobó si dicha traducción tenía algo que ver con otras ediciones anteriores de la misma obra, puesto que en ningún momento se les ocurrió que pudiera tratarse de una edición anterior".
Ruiz Portella, según la mencionada acta, explicó que Robles se presentó como una licenciada en lenguas clásicas y "cree recordar que les manifestó que había efectuado dicha traducción para su tesis". El editor dice que se fió de ella "porque le mereció toda la confianza en las conversaciones que mantuvo con ella". Añade que, al enterarse de que se trataba de una edición efectuada por Rico, intentó localizar a Robles, pero "al parecer ésta ha abandonado el territorio español".
Una de las cosas más sorprendentes que afirma Ruiz Portella en su declaración en el juzgado es que, "al haber entregado [Robles] dicho texto de forma gratuita, no se firmó ningún contrato, ni ésta ha cobrado ninguna cantidad por la edición del libro". "Todos los tratos con la señora Robles fueron verbales sin que exista correspondencia por escrito y que carece [según el editor] de información sobre los datos de identidad de dicha persona". "Literal plagio"
En la querella presentada por el letrado Eduardo Soler Fisas se especifica que la mera comparación de ambas ediciones, la de Áltera y la de Seix Barral, pone de manifiesto que "la primera es un simple y literal plagio de la totalidad de la segunda, desde el mismo título en español, la selección de los textos (de entre los muchos que contiene el manuscrito latino original), el orden de los poemas, etcétera".
La editorial Áltera, según Soler Fisas, "no sólo ha plagiado la traducción del texto latino en su literalidad, sino el mismo texto que, sobre la base, como es natural, de las ediciones científicas anteriores, no fue el de ninguna de ellas, pues Francisco Rico introdujo modificaciones propias en lectura, puntuación y disposición de versos y estrofas".
"Se han plagiado también en su integridad las notas a pie de página, siempre originales y más de una vez con aportaciones inéditas. Incluso se ha plagiado la composición tipográfica, idéntica en una y otra publicación".
"No es que nos hallemos ante una mera copia", concluyen los querellantes. "Han plagiado la obra mediante un burdo escaneo".
En el libro de Áltera aparecen una serie de errores que pueden ser debidos a ese "burdo escaneo". Por ejemplo, en el poema Mientras floreció la juventud... se anota a pie de página que se trata de un "poema atribuido -sin demasiado fundamento- a Pedro de Blois". En la edición de Áltera aparece la misma nota, pero en lugar de Pedro de Blois se lee Pedro de Iltots, lo que hace suponer que quizá el lector óptico no ha leído bien algunas de las letras. Donde Rico cita los tecnicismos latinos intendere actionem y fines regere, en la edición de Áltera se lee intendere actionein e Ines regere. El libro de Áltera, desde luego, no fue corregido.
Consultado Francisco Rico, ha afirmado: "No soy ningún fanático de la propiedad intelectual. Ni siquiera he querido entrar en Cedro, porque yo mismo he fotocopiado algunas cosas que quizá no debía... Pero es harina de otro costal que un editor copie por las buenas un libro de una casa tan conocida como Seix Barral y alegue que se lo cedió gratis, sin contrato y enteramente preparado para imprimir, una traductora que no da siquiera señas ni teléfono, ni se preocupa de ir a recoger el libro una vez publicado... La mentira me molesta mucho más que el plagio".
Rico se enteró del presunto plagio porque se lo comentaron algunos amigos. Después, él mismo vio el "nuevo" libro en las librerías. Javier Ruiz Portella ha declinado hacer declaraciones.
De Carl Orff a 'Excalibur'
Los Carmina Burana son una de las poquísimas obras en latín medieval que han alcanzado modernamente la categoría de clásicas. En 1803, en el monasterio benedictino de la ciudad de Beuern (Baviera, Alemania), se encontró una colección de 300 poemas de goliardos recogidos en un manuscrito de la primera mitad del siglo XIII. Se trata de una colección de poesías en la que destacan las de tema erótico y tabernario, con una recreación literaria llena de color de la vida disipada que se atribuía a los goliardos, los clérigos vagabundos.
Los Carmina han conseguido una gran popularidad a través de la impresionante cantata que Carl Orff les dedicó en 1937 y que sigue ejecutándose muy a menudo. Es probablemente una de las composiciones escritas en el siglo XX más divulgadas. La película Excalibur (1981), de John Boorman, potenció la difusión de la música de Orff en medios extramusicales y extraliterarios. Salvador Tavora, por ejemplo, estrenó el en agosto de 2003 en el Festival de Peralada Imágenes andaluzas para Carmina Burana, en la que buscaba las conexiones andaluzas de la cantanta. También se han hecho numerosas versiones en ballet.
La de Francisco Rico fue la primera edición y traducción castellana de los 40 carmina más representativos. Seix Barral la editó un par de veces y habría seguido haciéndolo si Hans Meinke y Rico no hubieran planeado una edición singular para Círculo de Lectores, incluyendo más poemas, con las ilustraciones del manuscrito original y con grabaciones de las melodías antiguas y de la cantata de Orff. "Es uno de esos proyectos que precisamente por ser tan atractivos uno va dejando para más adelante, pero quisiera retomarlo a corto plazo", explicó Rico.
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