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Decepción en Marruecos por el poco interés español en sus tierras

Sólo 27 empresas se apuntan a la licitación de 56.000 hectáreas

Decepción en Marruecos. Tan sólo el 4,3% de las empresas que han presentado solicitudes para alquilar tierras agrícolas del Estado son españolas, pese a que Rabat hizo en España su mayor esfuerzo para dar a conocer la licitación para explotación a largo plazo de 56.500 hectáreas, repartidas en 205 lotes, a las que se añadirán, en breve, otras 34.000. En general, las empresas extranjeras no han concurrido en gran número.

Hace un par de semanas quedó cerrado el plazo para pedir la concesión de tierras. Nada menos que 630 peticiones han aterrizado en la mesa de Ahmed Hajjaji, presidente de Sodea, la sociedad estatal que pone en alquiler sus tierras por periodos de entre 17 y 40 años. El precio de la hectárea, entre 139 y 371 euros al año, es un 20% inferior al del mercado. A los adjudicatarios les serán entregadas las tierras antes de septiembre.

Para el Gobierno de Rabat el objetivo es deshacerse de dos empresas públicas deficitarias, la Sodea y la Sogeta -esta última sacará este otoño otras 34.000 hectáreas a licitación-, modernizar la agricultura e incrementar las exportaciones, sobre todo a EE UU, con el que Marruecos firmó un acuerdo de libre comercio que exonera de arancel al 81% de sus productos agrícolas.

Veinte empresas españolas han formulado solicitudes en solitario y otras siete lo han hecho en asociación con marroquíes. Los franceses han concurrido en mayor número: 37 empresas lo hicieron por su cuenta, y 12, con socios locales. En total, la participación extranjera apenas rebasa el 14% de las peticiones. Las autoridades marroquíes afirmaban, sin embargo, desearla porque es "la que traerá proyectos más innovadores, la que puede espolear a la agricultura local".

Hajjaji y su equipo hicieron en España su mayor esfuerzo de divulgación del proyecto. Mantuvieron reuniones en cuatro ciudades -Madrid, Valencia, Sevilla y Murcia- con grandes agricultores y empresarios del sector. En Francia sólo celebraron tres y no viajaron al resto de Europa.

Poco tiempo

"Acaso los extranjeros no dispusieron de tiempo suficiente para conocer el proyecto", comenta Hajjaji a este periódico. El presidente de Sodea niega, sin embargo, que esté decepcionado, aunque reconoce que "es verdad que un mayor número de españoles se podían haber asociado con marroquíes".

"Las empresas españolas y francesas que se presentaron son grandes grupos cuyos proyectos suelen ser innovadores desde un punto de vista tecnológico", se consuela Hajjaji. "La siguiente convocatoria [licitación de 34.000 hectáreas] este otoño tendrá que ser precedida por una mayor labor de divulgación".

Eladio Aniorte, del sindicato Asaja en Alicante, encabeza una solicitud presentada por una decena de agricultores de su provincia para cultivar cítricos y hortalizas cerca de Kenitra y Marraquech. Pese a haberla cursado, tiene aún dudas.

"Allí tienen una tierra óptima, agua y buen clima para producir y competir en el mercado de EE UU", recalca Aniorte. "Ahora bien", prosigue, "subsisten dos problemas, la falta de formación de los trabajadores y, sobre todo, la inseguridad jurídica" para la empresa extranjera.

No es ésa la opinión de otro alicantino, José Manuel Sirvent, director de Turrones el Lobo, que aspira a producir y transformar almendra cerca de Marraquech y venderla en EE UU. "Si no han acudido más españoles a la licitación", afirma, "es porque perduran pequeños prejuicios". "Creo que ahora sí hay ya garantías jurídicas y no es muy arriesgado cruzar el Estrecho".

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