Los críticos premian "la paz de las palabras" de Jacobo Cortines

El poeta sevillano Jacobo Cortines, por su obra Consolaciones, y el novelista Alberto Méndez -quien falleció en diciembre del pasado año-, por Los girasoles ciegos, obtuvieron ayer en Sevilla los Premios de la Crítica 2004 en poesía y narrativa en castellano. El galardón, que otorga la Asociación Española de Críticos Literarios en su 48ª edición, es uno de los más prestigiosos del país. Cortines resumió ayer su obra como "temas eternos con un lenguaje que tiende a la condensación y la claridad".

La poeta Julia Uceda, una de las 20 personas que integraron el jurado junto a los escritores Jon Kortazar y Enrique Baena, destacó "la paz de las palabras y la atención a las zonas oscuras del alma" que hace Cortines en su obra. Mientras que Fernando Valls se refirió a Alberto Méndez como uno de los personajes más importantes de la izquierda de los sesenta. "Todo lo que ha escrito tiene un fondo de verdad, un orden moral. Él dijo que todo lo había oído. Su novela es un libro contra el olvido de la historia que habla de una Guerra Civil que perdimos todos, también los vencedores", reflexionó Valls.

Los Premios de la Crítica, galardón que no tiene dotación económica, pero sí una gran repercusión por su independencia, son los únicos en España que se conceden a obras publicadas en las cuatro lenguas del Estado. En catalán, el premio de poesía fue para Terra cansada, de Jordi Pàmies, y en narrativa recayó en Les veus del panamo, de Jaume Cabré. En gallego, resultaron ganadoras Territorio da desaparición, de Miguel Anxo Fernán Vello (poesía), y As humanas proporcións, de Xesús Constela (narrativa). Mientras que en euskera los galardonados han sido Begi-ikarak, de Felipe Juaristi (poesía), y Ezinezko maletak, de Juanjo Olasagarre (narrativa).

"Somos una entidad filantrópica y lo bueno que tienen estos premios es que nunca se han equivocado. Nuestra singularidad es que en el jurado siempre hay críticos de todas las regiones del país y se hace un trabajo modélico de preselección. Esto se lo debemos a nuestros fundadores, que los crearon en los años cincuenta como una alternativa a la mediocridad de los premios oficiales respaldados por la dictadura", apuntó ayer Miguel García Posadas, presidente de la Asociación Española de Críticos Literarios.