Felipe González defiende la cohesión territorial para financiar la sanidad y la educación

El ex presidente del Gobierno Felipe González considera "discriminatorio" y "antidemocrático" anteponer la identidad territorial a la ciudadanía. "Si un gobernante renunciara a las transferencias de renta necesarias en educación o salud para garantizar una igualdad de trato, estaría quebrando la cohesión", planteó ayer en Sevilla. González aludía así a la propuesta del tripartito catalán para limitar su contribución financiera a la solidaridad entre comunidades autónomas. El ex presidente español definió la salud como " una variable estratégica clave para el desarrollo".

Felipe González no identificó en ningún momento a qué territorios o partidos se refería, pero las alusiones resultaron claras un día después de las bases del acuerdo formalizado entre las organizaciones del tripartito catalán (PSC, ERC e ICV) sobre la financiación autonómica. Una de las medidas que barajan consiste en fijar un tope máximo a las aportaciones de Cataluña a la solidaridad interterritorial. "Puede haber compensaciones, pero eso es un problema de contabilidad que no afecta a los derechos", puntualizó González.

El ex presidente del Gobierno, invitado a pronunciar una conferencia sobre La salud en el Estado del bienestar y la sociedad de la información en el hospital sevillano Virgen del Rocío en el marco de las actividades del 50 aniversario, aseguró que la salud es, junto a la educación, "una variable estratégica clave para el desarrollo". El derecho a ambas, recordó, forma parte de los derechos sociales de una sociedad de ciudadanos iguales ante la ley. "Pero no es posible hablar de igualdad si no hay una redistribución de ingresos en el país de manera que el acceso a esos servicios sea igualitario", reflexionó.

La descentralización de competencias realizada en España, que ha incluido el traspaso de la gestión de la sanidad, "no significa que en el espacio público de ciudadanía que compartimos, y que es el Estado, haya transferencias territoriales de rentas", indicó. "Eso que a veces se llama derecho a la propia identidada no se puede contraponer a la ciudadanía, sería discriminatorio y antidemocrático", dijo. Como colofón de su intervención, González mostró su preocupación por "la confusión en la que parece que volvemos a caer al hablar de derechos universales que son de ciudadanía y no de identidad, no están ligados a un territorio".

La segunda reflexión del histórico dirigente socialista se centró en el modelo de gestión de la sanidad. Y aunque comenzó asegurando que carecía de "límites ideológicos", comparó la "eficiencia" del sistema público sanitario español frente al privado de Estados Unidos. "Su gasto sanitario es el doble que el español y tienen un sistema público de salud muy precario que excluye a 44 millones de estadounidenses", contrastó. González también dijo que no hay vuelta atrás: "Una vez que se ha privatizado, la reversión es prácticamente imposible".

La última parte de su conferencia se centró en las ventajas que abren las nuevas tecnologías de la información para la atención sanitaria y la cooperación internacional. "Se abre un horizonte extraordinariamente importante con la revolución tecnológica aplicada a la sanidad", indicó. "Si se puede hacer medicina por la red, se puede ser solidario", aseveró.

Ante un auditorio donde predominaban las batas blancas del personal sanitario y en el que se encontraban, entre otros, la consejera de Salud, María Jesús Montero y el científico Bernat Soria, Felipe González recordó su vinculación infantil al hospital Virgen del Rocío, construido en las cercanías de su domicilio. Recordó que sus dos hijos mayores nacieron en el centro, donde también atendieron a su madre. "Aquí firmé la primera donación de órganos, hace tanto tiempo que será ya inservible", confesó. González hilvanó este recuerdo con la polémica sobre los cuidados paliativos generada en el hospital de Leganés, en Madrid. "Hay que serenar el debate y darle certidumbre a los profesionales", defendió.