Creada una nueva vacuna contra la alergia al polen del olivo

A partir de otoño se empezará a administrar una nueva vacuna a los alérgicos al polen del olivo que reduce el rechazo y aumenta la efectividad del tratamiento. El tratamiento ha sido desarrollado por el Hospital Reina Sofía de Córdoba y el Ciudad de Jaén, dos provincias en las que la gran cantidad de olivares y, posiblemente, algunos factores genéticos hacen que las alergias a este tipo de cultivo sean más numerosas y difíciles de tratar que en otras zonas. Los investigadores creen que esas dos razones explican que muchos alérgicos de Córdoba y Jaén sufran rechazo a las vacunas tradicionales.

La paradoja estaba servida desde hacía años. Los especialistas en alergología de Córdoba y Jaén observaban sorprendidos que la clásica vacuna del polen del olivo tenía una respuesta distinta en dos individuos con idénticas condiciones. En un caso funcionaba y en otro causaba rechazo, algo que no era la norma en el resto de zonas de España. Después de unos 15 años de trabajo, especialistas del Reina Sofía y del Ciudad de Jaén, en colaboración con la Universidad Complutense de Madrid y la empresa Alk-Abelló, han hallado una explicación. Han encontrado en el polen del olivo unas proteínas que casi sólo provocan reacciones alérgicas en el metabolismo de habitantes de Jaén y Córdoba.

"Existe un hecho diferencial en los pacientes de Córdoba y Jaén", según los investigadores. Es decir, los habitantes de estas dos provincias son más sensibles a determinados componentes del polen, que en otras zonas no causan reacciones alérgicas. La doctora Carmen Moreno, miembro del servicio Alergología del Reina Sofía, explicó ayer que esta diferencia deviene, en gran medida, del enorme número de olivares situados en las dos provincias. Mientras que en una ciudad como Madrid la concentración en el aire es de 300 granos de polen por metro cúbico en Córdoba se eleva hasta los 6.000 y en Jaén llega a los 12.000. Además, los especialistas también barajan la posibilidad de que existan diferencias genéticas que hagan que los cordobeses y jienenses sean "distintos" en su grado de reacción.

Al margen de las razones últimas, lo cierto es que la identificación de estos componentes, que hasta ahora se consideraban irrelevantes, se traducirá en un tratamiento "más eficaz y seguro", según Moreno. Es decir, se plasmará en la elaboración de vacunas más efectivas y con un menor índice de rechazo en los pacientes. Los especialistas que han trabajado en las investigaciones calculan que la nueva vacuna podría resultar eficaz hasta en el 90% de los pacientes cordobeses y jienenses, en los que la efectividad con los fármacos convencionales está entre el 60 y el 70%, según Moreno.

Francisco Guerra, jefe del servicio de Alergología del hospital cordobés, explicó ayer que la vacuna comenzará en unas semanas a producirse, pero que no será aplicada en los pacientes hasta el próximo otoño, ya que los alérgicos ya fueron vacunados a finales de 2004, cuando comenzó la floración.

6.000 fichas clínicas

Guerra resaltó la importancia que ha tendido para la investigación los archivos clínicos del Reina Sofía. En los últimos diez años, han tratado a cerca de 6.000 pacientes, 6.000 fichas clínicas que han comparado con las de Jaén y Madrid hasta llegar al resultado final: "Existe un patrón de sensibilización diferente", según el responsable del área de Alergología.

La aplicación de la vacuna, según la doctora Moreno, será válida para los pacientes de Córdoba y Jaén y también para los del resto de España. Solamente en la provincia de Córdoba 95.000 personas son alérgicas al polen del olivo. Esta es la planta con más incidencia entre los 200.000 alérgicos cordobeses y es la tercera causa en importancia de las enfermedades producidas por inhalación. Moreno fue ayer un paso más allá: "Entre el 20 y el 25% de la población de Córdoba ha tenido, tiene o tendrá este tipo de alergia".