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CITA EN PARÍS

Zapatero declara que la alianza con Moscú es fundamental para la seguridad colectiva

El presidente español expresa respeto por la política de Vladímir Putin en Chechenia

Para el presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, la incorporación de España a las cumbres de Rusia con Francia y Alemania, saludada ayer expresamente por el presidente ruso, Vladímir Putin, es, ante todo, otro acto más de afirmación europeísta. Así lo manifestó ayer, antes de declarar que "desde el punto de vista de la seguridad colectiva, tiene una gran importancia establecer una fuerte alianza entre la Unión Europea y Rusia". El presidente español supeditó a ese objetivo cualquier enfoque crítico de la política de Putin.

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"Respeto la política de cada país", respondió, por ejemplo, Zapatero, cuando se le preguntó si piensa que con talante se puede resolver el problema de Chechenia. Luego, recordó que, por supuesto, el diálogo es útil en todas las cosas, que todo el mundo se sintió solidario con Rusia cuando la tragedia de Beslán; que la cooperación internacional es indispensable para combatir el terrorismo y que la fuerza de la razón, el respeto de la ley y de los derechos humanos son las mejores armas en esa guerra. Pero su deseo de esquivar cualquier posible apreciación crítica quedó patente en esta reunión, convocada por Chirac con el objetivo preciso de difuminar toda percepción de división entre Rusia y la UE por las carencias democráticas del régimen de Putin que ha señalado la prensa internacional.

Zapatero llegó a esta cita como consecuencia de su apoyo al eje París-Berlín, y por invitación del presidente francés, Jacques Chirac, aunque Putin le dio antes el visto bueno. La invitación fue anunciada tras el desayuno que Zapatero celebró con Schröder y Chirac el pasado 16 de diciembre, al margen del Consejo Europeo reunido en Bruselas. El presidente español había estado en Moscú una semana antes, y Putin se había mostrado satisfecho. Dijo que, ciertamente, había tenido una estrecha relación con Aznar, pero no había motivo para que no la tuviera también con su sucesor, aunque le hubiera criticado duramente por retirar las tropas de Irak.

Ayer, Zapatero consideró que su presencia en la cumbre cuatripartita "viene a certificar un paso más en el compromiso europeísta de mi Gobierno", un compromiso, que, añadió, "me llevó, por ejemplo, a retirar las tropas de Irak, porque creo que una Europa más unida, es garantía de la extensión de la democracia en el mundo, y es garantía de la paz, la legalidad internacional y la ONU". "Yo me siento orgulloso de pertenecer a Europa, una Unión que desde su fundación ha estado en paz y en la que están los que más trabajan en la lucha contra la pobreza y el hambre", añadió.

Zapatero, que llegó el primero a la cita del Elíseo, sede de la presidencia francesa, pronunció estas palabras durante la rueda de prensa que celebraron los cuatro líderes tras su reunión de trabajo, antes de la cena. Para los otros tres contertulios, la incorporación del español es importante en la medida en que puede contribuir a disipar las reticencias que los nuevos socios comunitarios del Este albergan sobre este diálogo, por los fantasmas históricos que despierta en ellos el protagonismo de Alemania y Francia. Ésta parece ser al menos la explicación práctica que se maneja en medios diplomáticos franceses del interés de Chirac por incorporar a España.

En la misma línea de reflexión de París, Zapatero subrayó la importancia para España de la potencia energética rusa e incluso se encargó de anunciar una próxima reunión de los ministros de Energía de los cuatro países para desarrollar proyectos en esta materia.

"España quiere aportar toda su voluntad europeísta y toda su voluntad de cooperación, porque tengo el convencimiento de que una Europa abierta y en cooperación con Rusia es mejor para los europeos y para los ciudadanos del mundo", afirmó.

El un artículo titulado Un año de Gobierno con talante publicado ayer en la primera página del diario Le Monde, Zapatero afirma: "En el plano internacional creo, sin falsa modestia, poder confirmar que mi Gobierno ha logrado con éxito en apenas un año satisfacer lo que pedían la mayoría de los españoles", como la vuelta "al corazón de Europa", a América Latina y al Mediterráneo como ejes de la política exterior; a la paz como objetivo, y al multilateralismo como principio y método.

El presidente afirma en ese artículo que encuentra su trabajo "gratificante", y se distancia de los políticos "cuya cara y lenguaje corporal expresan un profundo sufrimiento, como si se resignaran a una vida de tormentos que merecen aplausos cerrados en recompensa de sus sacrificios". Zapatero prometió ayer que volcará su entusiasmo político para pedir el en el difícil referéndum de ratificación de la Constitución europea que los franceses celebrarán el 19 de mayo.

Schröder y Putin, durante la reunión que mantuvieron ayer en el Elíseo.
Schröder y Putin, durante la reunión que mantuvieron ayer en el Elíseo.EFE

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