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MORTALIDAD HOSPITALARIA

Un expediente similar abierto en 2003 se cerró sin hallar malas prácticas

Las denuncias actuales tienen, en cierta medida, similitudes con una investigación abierta por la Consejería de Sanidad en 2003 por iniciativa del propio hospital Severo Ochoa, de Leganés. Entonces, la dirección de este centro requirió una investigación interna para aclarar por qué se producía tan alto índice de fallecimientos en su departamento de urgencias, que estaba dirigido por el mismo médico que en la actualidad.

La de 2003 era una investigación que no hacía referencia a casos concretos de pacientes, sino que era genérica. Los inspectores de Sanidad analizaron los casos, tomaron declaración a los médicos, enfermeros y otros expertos y, finalmente, llegaron a una conclusión que plasmaron por escrito: "No se han encontrado razones objetivas inequívocas que hagan pensar en actuaciones médicas que puedan ser tributarias de tipificación de malas praxis". El alambicado lenguaje burocrático venía, pues, a sentenciar que los encargados de la investigación no habían encontrado ningún indicio de irregularidades en el citado centro médico.

El asunto fue puesto también en conocimiento del Comité de Deontología del hospital de Getafe, ya que el Severo Ochoa no disponía entonces de este organismo. El comité de Getafe también respaldó el dictamen formulado por los inspectores de Sanidad. Ante esta situación, la investigación fue archivada, si bien dio pie a la creación de un nuevo protocolo de actuación en el servicio de urgencias tendente a reforzar aún más los controles, según fuentes del Gobierno regional. En aquella época, Leticia del Moral era la directora general del Instituto Madrileño de la Salud (Imsalud).

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