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Recuperación milagrosa

El ex militar Adolfo Scilingo, cuya imagen semiinconsciente en el banquillo de los acusados recorrió las televisiones de todo el mundo el pasado viernes, se presentó ayer en la Audiencia "fresco y lozano como una rosa", según comentaba alguno de los asistentes a los periodistas en la sesión matutina de la vista. El paso vacilante que necesitaba la ayuda de los policías de escolta fue sustituido por un caminar erguido, firme y con un cierto aire marcial.

"Habrá que pedir la dirección del médico de Scilingo, porque ha sido una recuperación milagrosa", ironizaba uno de los letrados de la acusación.

Lo cierto es que los forenses de la Audiencia Nacional ya habían advertido al tribunal, tras examinar dos veces al acusado, que éste fingía. Todo apunta a que la "misteriosa dolencia" que Scilingo padecía el viernes no era otra que el inicio de un juicio en el que se juega 30 años de prisión en una cárcel española, y el ex militar intentó, con los medios a su alcance, suspender la vista. Una vez que se percató de que el juicio no se suspendería, decidió cambiar de estrategia.

Si el viernes no quiso contestar a las preguntas del presidente del Tribunal y simuló estar gravemente enfermo para eludir el interrogatorio, ayer se mostró muy vivo e interesado en participar. "Nunca dejé de querer declarar", dijo Scilingo, que también debió de ver sus propias declaraciones de 1997 en todas las televisiones cuando confesó voluntariamente que él personalmente arrojó desde aviones en vuelo al mar, drogados, pero vivos, a 30 personas detenidas en la Escuela Superior de Mecánica de la Armada (ESMA).

El procesado sabe que esas imágenes, en las que admite tranquilamente haber cometido 30 asesinatos, le condenan y que sus únicas opciones de evitar la condena pasan por hacer creer a los jueces que mintió, que proporcionó datos falsos y que no se puede demostrar que él participó en ningún

vuelo de la muerte. Por eso, en cuanto pudo, preguntó: "¿Que yo participé en vuelos? ¿En qué fechas? ¿Quiénes fueron las víctimas? Déme un solo nombre", retó.

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