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La Cumbre del Clima despeja los últimos obstáculos para afrontar el cambio climático

Los representantes de 189 países logran un acuerdo modesto que la UE considera un gran paso

Tras 12 días de trabajo en la Cumbre del Clima, y mientras se desmantelaban ya las instalaciones del centro de conferencia donde se han reunido los representantes de 189 países se mantenían hasta el último momento las negociaciones para lograr un acuerdo de mínimos sobre los planes para abordar a partir del año que viene las acciones para hacer frente al cambio climático que deberían ponerse en marcha después de 2012. A primeras horas de la madrugada los responsables de las principales negociaciones habían despejado las grandes líneas del acuerdo.

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El principio de acuerdo, aunque modesto, significaría un paso adelante, según fuentes de las delegaciones de la UE. Los planes para abordar a partir del año que viene las posibles acciones frente al cambio climático que deberían ponerse en marcha a partir de 2012, cuando cumpla el primer plazo del Protocolo de Kioto, han sido el eje la estrategia de esta 10 Conferencia de las Partes de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático junto a la ayuda a los países en vías de desarrollo para hacer frente a sus impactos. Ante una firme postura de EE UU rechazando la convocatoria de una o dos reuniones especiales en 2005 para empezar a discutir el régimen climático futuro y la división de opiniones entre los países en desarrollo, la UE insistió en las ultimas negociaciones en hacer un paquete único con ambos aspectos.

El escollo por parte de la UE era eliminar en el acuerdo la pretensión de los países de la OPEP de ser compensados por las pérdidas futuras que podrían sufrir sus economías si bajan sus ventas millonarias de crudo debido a las medidas de contención de emisiones de gases de efecto invernadero en el mundo. La contraparte del paquete eran el seminario o seminarios, que propuso la presidencia argentina de la reunión, a realizar en 2005 para empezar a discutir el régimen futuro del clima, es decir las medidas que deberían empezar a tomarse a partir de 2012. En este punto han mostrado la máxima intransigencia los EEUU, negándose a aceptar algo más allá de un puro intercambio de experiencias actuales en dichos seminarios y sin informe final alguno.

Un documento abierto a interpretaciones sobre si se tratarían de los debates del seminario se vislumbraban a última hora como vía de escape para contentar mínimamente a la UE, pero haciendo muchas concesiones a la postura estadounidense.

En la madrugada del viernes, pocas horas de lo que debía haber sido el final oficial de la cumbre, durante las negociaciones en las que la presidencia argentina de la conferencia intentaba sacar adelante un acuerdo aceptable por todas las partes, Estados Unidos presentó una posición demoledora, según los documentos filtrados por algunas organizaciones no gubernamentales: "Las presentaciones y discusiones del seminario se limitarán a un intercambio de información sobre políticas y medidas adoptadas por los respectivos gobiernos que apoyan la implementación de sus compromisos existentes bajo la convención del Cambio Climático y el Protocolo de Kioto. Dichas presentaciones y discusiones la cuestión de futuras negociaciones, marcos o mandatos o nuevos compromisos asumibles ni por países desarrollados ni en vías de desarrollo".

Era una declaración directamente dirigida a las pretensiones de la UE, exigiendo que en dicho seminario se abordasen los planes futuros y que se hiciese un informe de las conclusiones. La UE no descartó entonces incluso renunciar a un resultado de esta cumbre antes que ceder excesivamente para salir con un acuerdo desprovisto de contenido.

Mientras tanto el G-77 más China, con enormes divisiones internas, ha mantenido en la cumbre un vaivén constante de posiciones. La UE planteó en las negociaciones la dependencia indisoluble entre las condiciones del seminario y la liberación de los fondos de adaptación que deben estar listos para ayudar a los países en desarrollo, para forzar la retirada de la pretensión de ayuda de Arabia Saudí y sus aliados como parte de dichos fondos.

"El cambio climático se está produciendo más rápidamente de lo que pensábamos, tenemos que actuar cuanto antes", declaró ayer por la mañana Pieter van Geel, ministro de Medio Ambiente holandés responsable de las negociaciones en nombre de la UE. El ministro argentino de Salud y Medio Ambiente, Ginés González García, declaró en una conferencia de prensa oficial: "No hay peor seminario que el que no se hace".

Los textos de compromiso propuestos por la presidencia argentina intentaron abrir la puerta "al intercambio de puntos de vista e información sobre actuaciones de mitigación y adaptación", dejando la agenda del seminario sobre el futuro muy difuminada en objetivos.

Los representantes de Greenpeace y WWF criticaron duramente, una vez, más la postura intransigente de EE UU en estas negociaciones. Para las ONG, la Administración Bush ha roto en Buenos Aires su palabra de que no interferiría en las cumbres del clima pese a no ratificar el Protocolo de Kioto. Esa postura se habría desbaratado cuando se ha hecho evidente, en contra de las previsiones estadounidenses, que el Protocolo entrará en vigor dentro dos meses. Cristina Narbona, ministra española de Medio Ambiente, destacó ante los periodistas españoles: "Volvemos a casa abriendo nuevas posibles vías de trabajo" y alabó la participación española en la cumbre.

Pieter van Geel, representante de la UE en Buenos Aires.
Pieter van Geel, representante de la UE en Buenos Aires.ASSOCIATED PRESS

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