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La cumbre del clima intenta acordar una agenda para después de 2012

Las acciones futuras contra el cambio climático centrarán esta semana el debate político

La cumbre del clima de Buenos Aires entra hoy en la semana de las decisiones políticas con una propuesta para abordar las perspectivas futuras ante este problema del calentamiento global, en 2005 y en el ámbito de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático (UNFCCC). La iniciativa, que parte del representante argentino, Raúl Estrada, quiere formalizar los debates sobre los 10 años de convención del clima y abordar lo que debería hacerse a partir de 2012, límite del primer periodo de cumplimiento del Protocolo de Kioto.

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La conferencia, que arrancó el pasado lunes para culminar el próximo día 17, espera la llegada de al menos 80 ministros de los 189 países participantes. El régimen futuro del clima y la adaptación a los efectos del calentamiento global son los temas candentes de la cumbre, que reúne a unas 5.000 personas en el centro de exposiciones La Rural de la capital argentina.

La reunión de Buenos Aires, que muestra una renovada vitalidad, es la 10ª Conferencia de las Partes de la UNFCCC y la primera que se celebra con el Protocolo de Kioto a punto de entrar en vigor (dentro de 65 días). Con el rechazo de EE UU, el protocolo es un instrumento cojo para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero que provocan el cambio climático, pero aún así avanza, aunque con menos alcance del previsto, como han mostrado los delegados de los 130 países que lo han ratificado.

La propuesta Estrada, que ya se apunta como protagonista de esta conferencia del clima, consiste en realizar dos seminarios, en primavera y en otoño del año que viene, en el ámbito de la UNFCCC. Sobre la base de partida, cada grupo de países expresa sus propios enfoques e intereses. La propuesta no se concretó oficialmente la semana pasada, sino que los delegados trabajaron en ella en contactos informales, pero se espera que se presente hoy.

"El propósito de los seminarios, sobre el cumplimiento de la convención y el futuro, sería que los gobiernos empiecen nuevamente a intercambiar información global y dejen de hablar de los árboles para hablar del bosque", explicó Estrada a EL PAÍS. "En los últimos años hemos estado cegados o muy focalizados en los pequeños problemas sin subir a un diálogo general". Acerca de si habría una agenda fijada para estas dos sesiones, precisó: "Sin duda habría unos términos de referencia".

Apoyo de la UE

La UE está de acuerdo con estas reuniones, pero desearía que tuvieran una agenda abierta de trabajo de cara al régimen climático después de 2012, según explicó el holandés Yvo de Boer, en nombre de la UE, para la que los seminarios deberían hacerse en el marco de la convención y de su Protocolo de Kioto. "Sería muy importante que se aprobase iniciar esas conversaciones sobre el régimen futuro", dijo De Boer.

Europa ha manifestado en esta cumbre su objetivo de evitar que la temperatura media del planeta aumente más de dos grados a finales de siglo.Tambien están de acuerdo con la propuesta Estrada Suiza y su grupo Integridad Ambiental, así como Canadá, Nueva Zelanda y otros.

EE UU no se opone a los seminarios en el marco de la convención siempre que se limiten a "intercambio de información entre los países, para discutir las experiencias acumuladas", según precisó su delegado Harlan Watson. Puntualizó, además, su rechazo a cualquier iniciativa que apunte hacia negociaciones de cara al futuro. "Es prematuro iniciar cualquier discusión al respecto", dijo en un encuentro con un reducido grupo de periodistas.

En cuanto al heterogéneo G-77+China, que engloba a casi 150 países en desarrollo, estaría de acuerdo con los seminarios, aunque unos apoyan mayores objetivos de compromiso que otros en esas reuniones.

El segundo gran tema de la cumbre, la adaptación al cambio climático, ha avanzado menos en propuestas de amplia perspectiva, aunque se han concretado muchos aspectos de la preparación de objetivos que, una vez negociados y acordados, estarían listos para recibir financiación.

Multitud de cuestiones técnicas se abordaron y resolvieron en las sesiones de trabajo de la semana pasada. Otras mostraron las dificultades que encierran ciertos aspectos, como la puesta en marcha de los proyectos de desarrollo limpio, con dificultades de gestión.

Un activista de Greenpeace disfrazado de George Bush representa <i>Cantando bajo la lluvia</i> junto a la cumbre.
Un activista de Greenpeace disfrazado de George Bush representa Cantando bajo la lluvia junto a la cumbre.ASSOCIATED PRESS

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