Los obispos consideran "gravemente falso" sostener que el preservativo evita el sida

El portavoz de la Conferencia Episcopal, Juan Antonio Martínez Camino, se esforzó ayer en demostrar que los obispos no están en campaña contra el Gobierno ni promueven manifestaciones para frenar sus reformas, pero finalmente arremetió contra la última campaña de Sanidad sobre el sida. Asediado en conferencia de prensa con preguntas sobre el sexo y esa mortal pandemia, el portavoz episcopal calificó de "gravemente falso" sostener que el preservativo evite contagios. También dijo que la campaña promueve la promiscuidad. Rechazó, en cambio, que los obispos estén siempre "a la contra". "No me diga que sólo decimos no. No es verdad. Los noes son consecuencia de muchos síes: a la vida, a la familia, al matrimonio, a la dignidad humana. Pero a veces hay que decir no", proclamó con vehemencia.

El portavoz de los obispos convocó ayer a los periodistas en la Casa de la Iglesia, en Madrid, para ponderar el espíritu de diálogo de los prelados hacia el Gobierno socialista, y para dar cuenta detallada de los acuerdos de la plenaria de la Conferencia Episcopal concluida el viernes pasado con una peregrinación jubilar a Santiago de Compostela. Incluso había entregado un largo "mensaje" de los prelados sobre el 150º aniversario de la "definición del dogma de la concepción inmaculada de la Virgen María", y varios documentos sobre los dineros públicos y privados de la jerarquía católica para 2005. Pero, cuando llegó la primera pregunta sobre el sexo y los preservativos, no hubo más tema, ni siquiera la posibilidad de que hablaran los responsables económicos del episcopado, allí presentes, neutralizados tras una catarata de preguntas y respuestas que el portavoz episcopal hubo de zanjar con la proclamación de que, a pesar de lo que podía deducirse de su actitud, la Iglesia católica no está "en contra, en contra, en contra", como le reprochaba un periodista.

"La Iglesia está a favor de muchas cosas", dijo en una enumeración que, además de vida, familia o dignidad humana, englobó la educación de los hijos y el difícil acceso a la vivienda. "Todos estos síes tienen como consecuencia el no al engaño", remachó el portavoz de los obispos al referirse a los profilácticos que el Gobierno busca generalizar en su lucha contra el sida.

No es la primera vez que los prelados se enfadan por estas campañas del Ministerio de Sanidad, en la idea de que promueven el libertinaje de las costumbres. Lo hicieron en 1990 contra la más famosa de todas ellas, puesta en marcha por el Gobierno de Felipe González con el eslogan Póntelo, pónselo, e insistieron en la misma doctrina cada vez que la autoridad sanitaria, incluso durante los gobiernos del PP, ha reiterado esos mensajes. Esta vez, la campaña de Sanidad tiene como lema Por ti, por todos, úsalo, y los prelados ven "falsedad" y "promiscuidad" tras esa incitación.

"El sexo con preservativo no es seguro. Eso suena llamativo, pero es así", dijo Martínez Camino antes de apelar a las estadísticas de error de este método de higiene sexual. Pero el porcentaje de fallos no pareció importarle al portavoz episcopal -entre el 15%, el 10%, el 5% e incluso, el 4% de error, dijo-, sino las consecuencias morales de su uso. "Decir que usando un preservativo se pueden tener relaciones como sean es una irresponsabilidad. No es promover la convivencia justa en las bases en las que la sociedad se organiza y en las que los ciudadanos adquieren su capacidad de contribuir a la vida social de una manera positiva. El amor fiel promueve la dignidad de las personas y evita las enfermedades. La Iglesia está a favor de la procreación responsable, del matrimonio estable, de la formación para el matrimonio y para la paternidad", dijo.

Además, lanzó un mensaje a los adolescentes sobre la campaña de Sanidad: "Queridos jóvenes, decir que el preservativo os ofrece un sexo seguro no es cierto, es un mensaje incompleto. El preservativo, en todo caso, ofrece un sexo menos inseguro para quienes ya están en una situación en la que tienen que recurrir a estos métodos, porque ya no están en una situación de fidelidad, de normalidad y de responsabilidad. Estamos hablando de una enfermedad mortal y es irresponsable poner en manos de un menor un preservativo con el mensaje de que con su utilización se puede practicar el sexo seguro. Esa afirmación es falsa; desde el punto de vista de la ética natural y de la moral, promover la promiscuidad no es promover la convivencia justa en las bases sobre las que se asienta la sociedad".

"Terrorismo sanitario"

Las reacciones contra esta doctrina episcopal se sucedieron inmediatamente. "Preconizar la fidelidad como única forma de evitar el sida es cerrar los ojos ante la realidad; este tipo de mensajes se comentan por sí solos", replicó al portavoz de los obispos la ministra de Sanidad, Elena Salgado, tras destacar que "la batalla contra el sida es una batalla entre la vida y la muerte y, por tanto, los mensajes equívocos respecto a la mayor o menor eficacia del preservativo tienen cierta irresponsabilidad". La Federación Estatal de Lesbianas, Gays y Transexuales habló de "terrorismo sanitario". "Esos mensajes de la Conferencia Episcopal son una absoluta barbaridad que confunden a la sociedad y provocan más casos de sida", dijo este colectivo, que cree que el sida requiere "de medidas políticas, sanitarias y educativas que posibiliten un vuelco a la extensión de la epidemia".