La UE y la OTAN prometen más ayuda para Irak
Bush muestra su satisfacción por el apoyo europeo a la celebración de elecciones
La UE y la OTAN prometieron ayer al primer ministro interino iraquí, Ayad Alaui, la ayuda necesaria para el retorno de Irak a la comunidad internacional como un país estable y democrático. "El Gobierno de Alaui tiene que recibir todo el apoyo posible; en eso ha habido acuerdo unánime", aseguró el primer ministro holandés, Jan Peter Balkenende, al concluir el Consejo Europeo que tuvo como invitado especial al líder iraquí.
El presidente de EE UU, George W. Bush, envió anoche un mensaje a Balkenende en el que se felicita por el apoyo de la UE a la celebración de elecciones en Irak. Bush expresó también al presidente de turno de la Unión "su intención de trabajar con la UE sobre la base de valores e intereses comunes para promover el desarrollo y el progreso, derrotar a los terroristas y extender la democracia y la libertad en el mundo", según informó un portavoz de la Casa Blanca.
Horas antes, el propio Alaui había pedido ayuda urgente a la Alianza para hacer frente a una situación difícil. En las reuniones de ayer con Alaui, la UE hizo grandes esfuerzos para presentarse como un bloque unido, con la consigna de que ha llegado la hora de mirar hacia el futuro y olvidarse de las pasadas disputas.
El presidente francés, Jacques Chirac, fue quien más se resistió a participar en ese juego: fue el único líder europeo que no asistió al almuerzo con el primer ministro iraquí. La excusa era que debía volar hacia Abu Dhabi para participar en el funeral del presidente de los Emiratos Árabes Unidos, Zayed bin Sultán al Nahyan. Fue el último de una larga serie de desplantes franco-iraquíes, que Chirac compensó con el anuncio de una invitación al presidente iraquí para que visite París.
José Luis Rodríguez Zapatero dijo que España trabajará por un Irak en paz, democrático y soberano, pero sin asumir "ningún compromiso de naturaleza militar". El acuerdo de Madrid con Bagdad adquiere la forma del desembolso realizado de 122 millones de dólares para la reconstrucción del país. La UE valora en más de 300 millones de euros el importe de su contribución humanitaria a Irak, a los que ayer añadió otros 30 millones para asistencia técnica y expertos que enviará para las elecciones del próximo mes de enero.
"Irak no ha sido un tema fácil. Ha provocado divisiones y debates, pero ahora ya no hay que mirar atrás, sino hacia delante", dijo el holandés Balkenende. "En el Consejo ha sido unánime la idea de que el Gobierno de Alaui tiene que recibir todo el apoyo".
Balkenende asumió como comunitario el argumento de Alaui de que el mundo se la juega en Irak. "Hay que derrotar al terrorismo y cuando sea derrotado en Irak lo será en todo el mundo", dijo Alaui. "Por eso, hemos pedido ayuda a Europa". "No se trata de Irak, sino de mucho más", incidió el primer ministro holandés. "El futuro de Irak afecta al mundo circundante y la UE debe mostrar responsabilidad política porque la situación es difícil".
Alaui repitió ante los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión lo que había manifestado poco antes a sus embajadores en la OTAN, a quienes pidió ayuda militar para formar a los mandos de las fuerzas de seguridad y del Ejército, unos cuadros que serán clave para la celebración de las elecciones previstas para finales de enero. "La situación no es fácil en Irak en estos momentos", anunció Alaui a los embajadores reunidos como Consejo Atlántico. "Retrasos de horas o días pueden costar vidas".
En la sede de la Alianza, Alaui recibió una buena acogida. Preguntado por el vínculo entre insurgentes y terrorismo internacional, el primer ministro cifró en 167 los detenidos recientemente, infiltrados desde países islámicos que no identificó.
Algunos países de la coalición, como Hungría y Polonia, ya han manifestado su intención de comenzar a replegarse o incluso retirar plenamente las tropas enviadas para integrar la fuerza multinacional que dirige EE UU. "Les respetamos", señaló Alaui. "Pero Irak debe hacer frente a un reto serio antes de tener sus propias fuerzas de seguridad y a ello debe ayudarnos la fuerza multinacional. La retirada estimula al terrorismo".
El Consejo Atlántico tendrá que decidir próximamente sobre el plan para enviar instructores de la OTAN a Irak, una fuerza distinta a la multinacional, como ayer subrayó Francia, que insistió en que la Alianza no enviará soldados en misión de combate. Varios países, entre ellos España, inciden en la necesidad de mantener el control político de esta movilización de instructores para evitar que se convierta en algo distinto a lo concebido.
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