Solbes considera viable cumplir los objetivos presupuestarios pese al alza del crudo

El debate económico de los Presupuestos para 2005 se movió entre el optimismo del vicepresidente, Pedro Solbes, que aseguró que se cumplirán los objetivos marcados (crecimiento del 3%, superávit presupuestario y creación de 330.000 empleos) y el sombrío panorama que pintó Mariano Rajoy. Solbes encuentra que hay margen para cumplir las grandes cifras de los Presupuestos pese al alza del petróleo, mientras que el líder del PP dijo que la economía está dando pasos atrás en su convergencia con la zona euro y cuestionó el nuevo modelo económico basado en la mejora de la productividad.

"Los principales indicadores nos muestran una economía que mantiene e incluso acelera ligeramente su ritmo de crecimiento", dijo ayer el vicepresidente y ministro de Economía, Pedro Solbes, en el debate de los Presupuestos Generales del Estado.

Unas declaraciones que se justifican en un debate marcado de antemano por la subida del precio del petróleo y por los distintos análisis de futuro difundidos por organismos públicos y privados. Así, la defensa o el ataque a estos Presupuestos pasó ayer por los efectos de un petróleo a 50 dólares el barril y los pronósticos más pesimistas sobre la economía española que han ido anunciando el Fondo Monetario Internacional (FMI), la Comisión Europea y observadores más próximos como la Fundación de Cajas de Ahorros (Funcas). Por ello, el ministro de Economía no aprecia razones para variar los objetivos y las previsiones de los Presupuestos para 2005 e indicó que en el supuesto de que la economía creciese el 2,5% del PIB (producto interior bruto), tendría un impacto muy pequeño sobre las cuentas públicas. "La prudencia imperó en su momento en la elaboración del cuadro macroeconómico, lo que permite asumir evoluciones menos favorables de algunas variables", explicó en su intervención.

Solbes encuentra elementos positivos para el próximo año, como la mayor pujanza de la economía mundial, mientras que los efectos negativos de un petróleo caro se están ya atenuando con la fortaleza del euro sobre el dólar. Además, mostró su confianza en que los precios del crudo se moderarán a medio plazo.

"La economía española, a pesar de los pesimistas, sigue creciendo con fuerza y lo va seguir haciendo el próximo año gracias, entre otras cosas, al cambio de modelo que defiende este Gobierno y que estos Presupuestos ponen en marcha", añadió Solbes en su intervención. Un cambio de modelo que se basa en la mejora de la productividad de la economía española. "Estos Presupuestos pretenden lograr un crecimiento económico duradero y sostenible mediante el aumento de la productividad y la expansión del empleo", indicó el ministro de Economía.

El líder del PP, Mariano Rajoy, aprovechó su intervención para hacer un balance de la economía en el semestre largo que lleva el Gobierno del PSOE en el poder. Destacó que en los últimos meses se estaba reduciendo nuestro diferencial de crecimiento con la eurozona y, por tanto, perdiendo velocidad en el objetivo de converger con las economías europeas.

Ya metido en materia presupuestaria, Rajoy indicó que el Gobierno había abandonado el objetivo del pleno empleo: "precisamente ustedes", apostilló.

Tampoco le convence a Rajoy el giro económico dado hacia la competitividad y puso el ejemplo del año 1993, que con "un altísimo incremento de la productividad, la economía no sólo no creció, sino que se contrajo un 1%, se destruyeron 528.000 empleos y el paro subió en 716.000 personas".

El líder de la oposición, pese a las duras críticas al Presupuesto para el próximo año, dejó entrever que existía un cierto continuismo con el elaborado por su partido para 2004. "El llamado 'cambio de modelo' en búsqueda de la productividad no ha sido sustentado en pilares distintos a los anteriores y alguno, como el de la inversión pública, con menos fuerza".

La estabilidad presupuestaria, como otro de los grandes objetivos del Gobierno para el próximo año, fue cuestionada por Mariano Rajoy, que indicó que no se cree las cifras de superávit en contabilidad nacional para el conjunto de las Administraciones Públicas, del 0,1% del PIB en 2005; del 0,2% en 2006 y del 0,4% en 2007. La deflactación de la tarifa del impuesto de la renta, la política de vivienda y de pensiones recibieron también las críticas del líder de la oposición.

Solbes replicó que estos Presupuestos eran "razonables" en el gasto y "coherentes" con la estabilidad presupuestaria. Indicó que a finales de 2005 se producirá una reducción de la deuda pública del Estado hasta el 40,3% del PIB, siete décimas menos que este año, y hasta el 47% el conjunto de las Administraciones Públicas, casi un punto por debajo de lo previsto para este año.

Faltan iniciativas

Un reproche compartido por varios grupos de la oposición es la ausencia de medidas concretas para conseguir los objetivos marcados en los Presupuestos. El secretario general de CiU, Josep Antoni Duran Lleida, lamentó además la supresión de la Ley de Acompañamiento, pues, aunque reconoció que se cometían "abusos" con esta norma, "se pierde un tiempo precioso" para que el Ejecutivo "gobierne sobre muchos temas ante los que todavía no se ha pronunciado".

Rajoy indicó que el Gobierno se había cruzado de brazos y debería haber lanzado antes de vacaciones un paquete de medidas de política económica que "contribuyera a recoger los vientos favorables".