Duelo en las alturas

El mal estado actual de las relaciones transatlánticas no sólo pasa por la política exterior, sino también por el comercio. Más de una docena de litigios están pendientes de solución entre EE UU y la UE. Incapaces de resolverlos por sí mismos, Washington y Bruselas recurren cada vez más al arbitraje de la Organización Mundial de Comercio (OMC). En el último se han visto involucrados los dos gigantes de la aeronáutica, Boeing y Airbus, por presuntas ayudas públicas ilegales. El fallo de la OMC, que tardará al menos un año, no satisfará probablemente a ninguna de las partes.

La denuncia presentada por la Administración de Bush sobre los préstamos que recibe Airbus rompe el acuerdo de 1992, mediante el cual las dos partes convinieron en apoyar con fondos públicos a ambas compañías. Ese pacto permitía a los Gobiernos europeos financiar hasta el 33% del coste de desarrollo de nuevos aviones, incluido el superjumbo A-380. EE UU denuncia que han sido superiores las cantidades recibidas por el constructor europeo. La UE respondió con su propia denuncia a las subvenciones concedidas a Boeing, incluidas exenciones fiscales por 3.200 millones del Estado de Washington para intentar que se fabrique el avión 7E7 en ese Estado.

Es difícil disociar la iniciativa norteamericana de la campaña electoral -de la lucha por ganar el favor de ese Estado, mayoritariamente demócrata- y, en todo caso, del manifiesto deterioro de Boeing. Justo lo contrario de Airbus, con ventas significativamente superiores. La gestión de la empresa americana no ha sido precisamente ejemplar en los últimos tiempos.

Menos mal que otro de los graves litigios pendientes, el de exenciones a las empresas estadounidenses para exportar a través de filiales en paraísos fiscales, abierto hace tres años y que desembocó en sanciones europeas por 4.000 millones de dólares anuales, está prácticamente resuelto una vez que el Congreso de EE UU ha aceptado iniciar una reforma en línea con el veredicto favorable a la UE de la OMC. Este tipo de prácticas son las que obligan a reiterar la defensa del libre comercio y del multilateralismo.