Buttiglione: "La familia es para que la mujer tenga hijos y esté protegida por su marido"

La expulsión de inmigrantes de la isla de Lampedusa no es una deportación masiva, sino un "rechazo de admisión", dijo ayer Rocco Buttiglione, el hombre que en los próximos cinco años se hará cargo de la política de justicia, libertad y seguridad de la UE. Buttiglione aseguró ayer ante el Parlamento Europeo que "Italia está demostrando una gran humanidad" en su política de inmigración ante esta "emergencia humanitaria" y desgranó ante la Eurocámara su ideario conservador en contra de la homosexualidad y a favor de la familia tradicional.

Rocco Buttiglione, de 56 años y miembro del partido italiano Unión de los Demócratas Cristianos y Demócratas de Centro (UDC, en la coalición de Gobierno), defendió la polémica expulsión de cientos de inmigrantes arribados a la isla de Lampedusa explicando que Italia ofrece ayuda sanitaria inmediata a los inmigrantes.

Sobre la política europea de inmigración y asilo abogó por el establecimiento de campos de acogida en África cogestionados por la UE donde los inmigrantes puedan obtener a distancia permisos de trabajo en Europa, y los demandantes de asilo, su estatuto de refugiado. Aseguró que los campos de inmigración fuera de la fronteras de la UE ya existen, que se trata de gestionarlos para que los inmigrantes no se eternicen en ellos y convertir la inmigración ilegal en legal. "Tienen que viajar a Europa en línea regular y con un contrato de trabajo en el bolsillo, no en patera", dijo. Para ello, cree que la UE debe abrir oficinas conjuntas que faciliten tales contratos. Se mostró contrario a la idea británica de enviar fuera a los demandantes de asilo para tramitar en África su solicitud - "una vez en la UE deben ser acogidos aquí"- y defendió la cooperación internacional para democratizar el África subsahariana, de manera que esa zona del planeta sea habitable y no origine tanta emigración.

Los eurodiputados, que están examinando a cada componente de la Comisión de José Manuel Durão Barroso, le echaron en cara sus credenciales: Buttiglione es eurodiputado desde 1999, pero apenas ha trabajado en la Eurocámara. Pertenece al Gobierno que más ha rechazado los instrumentos de la lucha común antiterrorista, como la euroorden. Italia es el único país de los 25 que todavía no la ha aprobado. Por último, intentó retirar de la Constitución europea la alusión a la no discriminación por razón de la orientación sexual.

Buttiglione, asesor del Vaticano que aprendió polaco por su cercanía a Juan Pablo II, defendió sus opiniones morales asegurando que éstas no interferirán en su labor política. La homosexualidad es pecaminosa, considera, pero defenderá su no discriminación. Y la familia, aseguró, "existe para permitir a la mujer tener hijos y estar protegida por su marido". Buttiglione afirmó que será "proactivo" como le exigieron en la lucha por la igualdad porque está preocupado ante la ausencia de hijos en Europa. Coincidió con el líder ultraderechista belga, Frank Vanheke, en que Turquía no es Europa ni geográfica ni política ni culturalmente.

El Partido Popular Europeo dijo tras la comparecencia del político italiano que la política de asilo e inmigración estará en buenas manos con Buttiglione, mientras que los socialistas manifestaron serias dudas. "Sus declaraciones de ahora están en clara contradicción con su reciente pasado", dijo Hannes Swoboda.

La Eurocámara escuchó también ayer a la futura comisaria de Relaciones Exteriores, la austriaca Benita Ferrero-Waldner, que declaró que la democracia está en retroceso en Rusia como consecuencia de la guerra de Chechenia y propuso mantener a Ucrania firmemente anclada en el campo afín a la Unión Europea.

"Es obvio que en estos momentos estamos viendo un retroceso de la democracia en Rusia", dijo Ferrero. "Tenemos que hablar francamente y ya se sabe lo que eso significa en la jerga diplomática", agregó. La causa del retroceso ruso está en Chechenia, que hace unos años era "un país tomado por la mafia de la droga". "Rusia tenía que proteger su integridad territorial", reconoció Ferrero-Waldner, "aunque no lo ha hecho de la mejor manera". "En la lucha contra el terrorismo no hay que violar los derechos humanos", dijo, mientras abogaba por una solución política que considera hoy más difícil de lo que hubiera resultado en 2000.

La futura comisaria ve a Rusia como un socio estratégico de la Unión extremadamente importante y preguntada sobre el posible retorno de Bielorrusia y Ucrania al redil de Moscú respondió con respecto a Ucrania: "Haré todo lo que pueda por evitarlo".