El Parlamento Europeo deja en manos de Barroso el futuro del comisario Buttiglione
El ministro italiano Mirko Tremaglia asegura que el escándalo demuestra que Europa está "dominada por maricones"
Los líderes de los grupos políticos del Parlamento Europeo han optado por dejar en manos del presidente designado de la Comisión Europea, José Manuel Durão Barroso, la búsqueda de una solución al llamado caso Buttiglione. La reunión extraordinaria celebrada hoy por la conferencia de presidentes de la Eurocámara "no ha aportado ningún valor añadido" a las conclusiones de las comisiones parlamentarias que han examinado a todos los candidatos a comisarios, según ha anunciado en rueda de prensa el presidente del Parlamento europeo, Josep Borrell.
Borrell ha indicado que "una mayoría consistente" de grupos políticos "ha preferido no entrar en el fondo del asunto" y ha optado por remitir a Barroso, tal cual, todas las cartas de las comisiones con los resultados de las audiencias y escuchar su reacción el próximo día 21. Ese día, una semana antes del voto de investidura de la Comisión en Estrasburgo (Francia), Barroso volverá a reunirse con Borrell y los líderes de todos los grupos para analizar la situación.
Por primera vez en la historia del Parlamento, una comisión, la de Libertades Públicas, votó el lunes en contra de la designación del ex secretario de Estado italiano Rocco Buttiglione como comisario de Justicia y Asuntos de Interior en el equipo de Barroso, lo que amenaza la investidura de la Comisión. En la reunión de la comisión parlamentaria, socialistas, liberales, verdes y comunistas rechazaron su designación tras escuchar las declaraciones de Buttiglione sobre la homosexualidad (que calificó de "pecaminosa") y la familia ("existe para que la mujer pueda tener hijos bajo la protección de un hombre").
"Barroso tendrá en cuenta las audiencias"
El grupo del Partido Popular Europeo (PPE), al que pertenece Buttiglione, apoya su nombramiento y ha recordado, por boca de su líder, el alemán Hans-Gert Pottering, que el Parlamento no puede censurar a un comisario sino a toda la Comisión. Barroso ya obtuvo en julio la aprobación, a título individual, del pleno del Parlamento, pero el colegio, de 25 comisarios, debe someterse el 27 de octubre a un voto parlamentario de confianza, tras las audiencias celebradas las dos últimas semanas. En la reunión extraordinaria de hoy, el debate ha transcurrido "civilizadamente" y sin intercambio de amenazas, según el presidente de la Eurocámara.
Tampoco han entrado a discutir ninguna propuesta de solución, aunque según otras fuentes parlamentarias, las alternativas no son muchas: o Buttiglione renuncia al cargo, o cambia de cartera, o se modifica el contenido de sus competencias en Justicia e Interior para separarlo de las políticas relacionadas con la igualdad de género, por ejemplo. Borrell ha reconocido que, desde que estalló la polémica, algunas declaraciones del propio Barroso o sus portavoces respecto a la autonomía del presidente de la CE para formar su equipo "no han sido bien acogidas" por los eurodiputados. En todo caso, el presidente del Parlamento ha eludido responder a la pregunta de si, después del episodio Buttiglione, volvería a votar a favor de la investidura de Barroso como hizo en julio.
"Seguro que Barroso tendrá muy en cuenta los resultados de las audiencias", ha subrayado Borrell, que también ha hecho hincapié en que las declaraciones del ministro italiano Mirko Tremaglia, en las que aseguró que el escándalo demuestra que la Unión Europea está "dominada por los maricones", "son muy poco apropiadas". Lejos de retractarse, Tremaglia, miembro de Alianza Nacional (derecha), ha confirmado en una entrevista al diario La Repubblica su comunicado oficial de ayer y ha añadido que su partido, y en particular su presidente y viceprimer ministro Gian Franco Fini, le apoyan.
El ministro de los italianos en el extranjero, una cartera creada esta legislatura, ha señalado que sus declaraciones han servido para "desenmascarar las hipocresías" y ha negado haber ofendido y discriminado a los homosexuales, ya que se limitó a traducir gay a su dialecto. "Como hombre de Bergamo no hablo de 'gays' sino de de 'culatoni'", ha afirmado. Para echar más leña al fuego, Tremaglia, de 78 años, ha calificado de "distorsiones" la posibilidad de que los homosexuales puedan casarse o adoptar hijos.
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