Derecho y justicia

Escribe Reyes Maté, en EL PAÍS del 28 de septiembre, un interesante artículo en el que reflexiona sobre el debate entre justicia y derecho, al hilo del procesamiento del dictador Pinochet.

Aunque estoy de acuerdo con Reyes Maté en que este debate "no es algo que incumba sólo a juristas y filósofos morales", lo que yo he podido constatar es que tampoco interesa ni a políticos, ni a periodistas ni a la sociedad en general. Y si no ¿cómo se explica el silencio informativo y la tardanza en resolver un caso como el de Abderrazak Mounib y Ahmed Tommouhi?

Estos dos marroquíes fueron detenidos, en Barcelona, en el año 1991 y acusados de más de una decena de delitos de violaciones. Al no encontrarse ninguna prueba material de su autoría fueron condenados, con la única prueba en contra del reconocimiento de sus víctimas, en cuatro de las causas.

En el año 1995 tiene lugar una nueva serie de violaciones con el mismo "estilo" de las del año 91. Algunas de las víctimas identifican a Mounib y Tommouhi como autores, aunque ellos están en la cárcel. Esto hace pensar que es más que posible que también hubiera equivocaciones en las identificaciones del 91. En 1997, una de las sentencias, que se había dictado "siendo prueba irrefutable de su autoría el testimonio de las víctimas", es anulada por el Supremo, en uno de los inusuales recursos extraordinarios de revisión que se dan en España, al ser refutada por un análisis de ADN que exculpa totalmente a Tommouhi y Mounib y demuestra la autoría de Antonio García Carbonell (detenido en 1995, de gran parecido físico con Tommouhi) y de otra persona, hasta hoy desconocida, con una relación de parentesco en primer grado con él.

A partir de entonces el desarrollo del caso le convierte en paradigma de la disociación entre justicia y derecho. En 1999, el fiscal del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña, José María Mena, solicita el indulto para los dos marroquíes por "albergar serias dudas en conciencia de su culpabilidad". El Tribunal Supremo no acepta el recurso de revisión de los otros casos ya que el de revisión es un recurso de "estrechos márgenes y estrictas exigencias", pero, no obstante, insta a solicitar el indulto. Los condenados se niegan a contemplar esta posibilidad al considerar que éste es un perdón para los culpables y ellos exigen una declaración de inocencia. En todo caso, la solicitud de indulto, hecha por el fiscal, sigue sin resolverse cinco largos años después.

La situación, por tanto, es la siguiente: un planteamiento racional del caso hace ver la injusticia cometida con Tommouhi y Mounib, pero el derecho, es decir, la legislación española en vigor, no permite resolverla ya que no contempla la posibilidad de un segundo juicio. Por tanto, de acuerdo con el derecho, dos inocentes deben continuar en la cárcel, aunque Mounib ya se libró de ella. Murió en su celda en el año 2000 víctima de un infarto, después de protagonizar seis huelgas de hambre.