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Identificada una variación de un gen que predispone a la anorexia y la bulimia

Un estudio ha analizado a 1.142 enfermos, la mayoría mujeres

Un estudio realizado en España y otros siete países europeos ha permitido identificar dos variaciones del gen Brain-derived Neurotrophic Factor (BDNF), implicado en la conexión neuronal, que predisponen a sufrir alteraciones de la conducta alimentaria como la anorexia y la bulimia. En España, los investigadores Xavier Estivill, coordinador del programa Genes y enfermedades del Centro de Regulación Genómica, y Fernando Fernández-Aranda, del Servicio de Psiquiatria del Hospital de Bellvitge de Barcelona, ya apuntaron hace años que estos trastornos tenían una base genética.

Estivill y Fernández-Aranda añadieron el factor genético al ambiental, y centraron sus estudios en este campo en el gen BDNF, que está implicado en el desarrollo del cerebro y en la plasticidad neuronal (capacidad de las neuronas para reordenar sus conexiones).

Los países que han realizado la investigación (Francia, Alemania, Italia, Inglaterra, Austria, Finlandia y Eslovenia) han visto que una de las variaciones del BDNF estudiadas, la denominada val66met, se encontraba en más del 50% de los 1.142 enfermos de anorexia y bulimia (la gran mayoría de ellas, muchachas) que han participado en el estudio. Entre la población general, esta variación está presente en el 30% de las personas, explicó ayer Xavier Estivill.

El resultado de la investigación se publica en el número de junio de la revista Human Molecular Genetics. El estudio no se ha limitado a los factores genéticos de la enfermedad, sino que ha abordado sus componentes ambientales y psicológicos. Para ello, se han realizado entrevistas en profundidad a las pacientes y a sus familiares directos.

Fernández-Aranda explicó ayer que los cuestionarios han permitido constatar que los pacientes que desde su infancia han sido muy exigentes consigo mismos o que han vivido experiencias traumáticas tienen mayor riesgo de sufrir anorexia y bulimia. Por contra, el hecho de haber seguido desde la niñez pautas alimentarias estructuradas y ordenadas protege contra estos trastornos de la alimentación, que sufre entre el 1 y el 3% de la población, mayoritariamente mujeres en su etapa adolescente.

Los resultados del trabajo tienen, según el doctor Xavier Estivill, una destacada implicación en cómo se enfrenta la enfermedad. "La mayoría de pacientes y sus familiares tienden a culpabilizarse a sí mismos, pero han de saber que su origen no está sólo en su educación o su personalidad", precisó el investigador.

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