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EE UU sacrifica los derechos humanos

Amnistía advierte de que Washington ha convertido el mundo en un lugar más peligroso

Yolanda Monge

Ciega y sin principios. Así es en opinión de Amnistía Internacional (AI) la política exterior y de seguridad de Estados Unidos. La organización de defensa de los derechos humanos arremetió ayer contra ese país. Y aseguró que, con su continuo y persistente abuso de los derechos humanos, EE UU "ha convertido el mundo en un lugar más peligroso". El informe de AI del año 2003 -hecho público ayer en Madrid en rueda de prensa- presenta demoledoras conclusiones contra la política de EE UU. El documento, titulado Resonaron las voces de los jamás escuchados -frase extraída de una crónica sobre Chiapas del escritor Eduardo Galeano-, repasa la situación de los derechos humanos en 157 países y denuncia violaciones en numerosos lugares.

"La política exterior y de seguridad de Washington es ciega y sin principios"
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Pero insiste en destacar los abusos cometidos por EE UU en nombre de la "guerra contra el terrorismo". Según la organización, el Gobierno de Washington ha "sacrificado los derechos humanos" y utiliza un doble lenguaje en su actuación en Irak y contra el terrorismo. "Violar los derechos en el propio país, cerrar los ojos ante los abusos que se cometen en el exterior y utilizar la fuerza militar preventiva donde y cuando se le antoja ha causado daños a la justicia y a la libertad, y ha convertido el mundo en un lugar más peligroso", denunció respecto a EE UU el presidente de la Sección Española de AI, Juan Lucas. Concretamente, Amnistía acusa a EE UU de ejecuciones extrajudiciales de civiles iraquíes, detenciones arbitrarias y maltrato a los prisioneros en Irak, Guantánamo y Afganistán y de oponerse frontalmente a la Corte Penal Internacional (CPI).

EE UU ha rechazado con anterioridad estos ataques a su Gobierno arguyendo que respeta los derechos básicos de los sospechosos y que los trata según el nivel de amenaza que representan cada uno de ellos. Sin embargo, la Administración de George W. Bush ha rechazado dotar del estatus de "prisioneros de guerra" (que les permitiría acogerse a la Convención de Ginebra que les otorga ciertos derechos) a los más de 600 detenidos en la base norteamericana de Guantánamo (Cuba), y ha optado por denominarlos "combatientes ilegales". Amnistía consideró las torturas infligidas por tropas estadounidenses a presos iraquíes en la cárcel de Abu Ghraib "una consecuencia lógica de la política de EE UU desde el 11-S".

Tanto la violencia de grupos armados -Al Qaeda- como el número cada vez mayor de violaciones que cometen los Gobiernos se han unido para producir "el mayor ataque sostenido contra los derechos humanos y el derecho internacional de los últimos 50 años", aseguró Lucas. Irak y la "guerra contra el terror" han oscurecido el mayor desafío al que se enfrentan los derechos humanos en nuestra época, asegura Amnistía. Andrés Ortega, director de la revista Foreign Policy y copresentador del informe, abundó en esta conclusión. En su opinión, "con la guerra contra el terrorismo muchos regímenes autoritarios y algunos pseudodemócratas han aprovechado para retroceder aún más en materia de derechos humanos".

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Según el informe, la guerra unilateral para "cazar a Sadam Husein" amenaza además con paralizar la actuación de Naciones Unidas. Ignorada en la guerra de Irak, marginada después del conflicto, acusada de rendirse a la presión de los Estados poderosos, la ONU parece prácticamente paralizada en sus esfuerzos para obligar a los Estados a responder de su observancia del derecho internacional y de su actuación en el campo de los derechos humanos, asegura AI.

Pero los abusos derivados de la "guerra contra el terror" han desviado la atención de otras violaciones de los derechos humanos, que aún se dan en muchos países. En este sentido, Lucas recordó los enconados y olvidados conflictos internos que sufren países como Chechenia, Colombia, República Democrática del Congo, Sudán y Nepal, así como la continua violencia que afecta a Oriente Próximo, donde Israel sigue "negando derechos básicos a los palestinos".

Durante 570 páginas de informe se constata que 2003 fue un mal año para los derechos humanos. La organización señala que entre el Informe presentado el año pasado y el actual, el número de países en que se practican torturas y malos tratos ha subido de 106 a 130 (en 80 de ellos de forma sistemática) y en 28 se ha aplicado la pena de muerte. El 90% de las ejecuciones se registraron sólo en cuatro países: China, EE UU, Irán y Vietnam.

No obstante, siempre hay signos positivos. Las voces de "los jamás escuchados" pudieron oírse -aunque no fueran atendidas por los Gobiernos- en las calles con las masivas movilizaciones registradas en todo el mundo contra la guerra de Irak. Según AI, "es todo un avance que pese a la cruzada de EE UU para menoscabar la justicia internacional y garantizar la inmunidad para sus ciudadanos en todo el planeta, que la CPI haya nombrado a su fiscal y haya empezado a trabajar en serio".

Amnistía Internacional proseguirá denunciando los abusos perpetrados en el mundo. "Las cosas no cambian de un día a otro, para desgracia de las personas que las sufren, pero la experiencia demuestra que si no se muestra la verdad, todo cambia más lentamente", finalizó Esteban Beltrán, director de la sección española de AI.

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Sobre la firma

Yolanda Monge
Desde 1998, ha contado para EL PAÍS, desde la redacción de Internacional en Madrid o sobre el terreno como enviada especial, algunos de los acontecimientos que fueron primera plana en el mundo, ya fuera la guerra de los Balcanes o la invasión norteamericana de Irak, entre otros. En la actualidad, es corresponsal en Washington.

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