Gonzalo Rojas pone a dialogar sus versos con los dibujos de Matta
El autor chileno, de 86 años, recibe hoy el Premio Cervantes
Con poemas de Gonzalo Rojas y dibujos de Roberto Matta, La reniñez (Tabla Rasa) es, según Rojas, un diálogo entre él y el artista, "el poeta más poeta de Chile", dice. Rojas recibe hoy el Premio Cervantes y ayer aprovechó para explicar algunas claves de su pensamiento poético: "Yo hablo de pulsión, del autoencantamiento, de esa vida viva que se llama poesía, digo que la respiro y no la merezco".
Gonzalo Rojas (Lebu, Chile, 1917) empezó el lunes su semana del Cervantes con la presentación en la Residencia de Estudiantes del audio-libro La voz de Gonzalo Rojas, en el que se reproduce la lectura de poemas que Rojas ofreció en las Residencia en mayo de 1996. "Yo confío en la oreja", dice el poeta al referirse a la grabación. "Quiero contagiarme y contagiar. Los chilenos hablamos muy mal. Nos comemos las sílabas, ¡las palabras enteras! Pero, sin embrago, nos oyen". Rojas arranca el recital recordando que él no sabe qué es la poesía: "Yo no soy el mejor, eso se sabe, sino escasamente uno más. Para empezar, no sé lo que es la poesía. Se me aparece, pero no sé lo que es. Todo lo más, tengo visiones. ¿Cómo fue que dijo Vallejo en sus primerísimas líneas fundadoras de Los heraldos negros? 'Hay golpes en la vida tan fuertes... Yo no sé'. Subrayo ese 'no lo sé".
Ayer, en la presentación de su último libro de poemas, La reniñez, Rojas insistió en la perplejidad del poeta, que escribe sin saber de lo que escribe ("y anda por ahí de alumbramiento en alumbramiento") y que tampoco se entiende mucho ("es mejor que uno no entienda a veces sus propias cosas").
La reniñez está compuesto por 55 poemas y 20 dibujos que se cruzan en cinco apartados: La otra voz (poemas dedicados a otros poetas o intelectuales); Lo inhablable (poemas de lo sagrado); Las pudibundas (poemas eróticos); Tánatos (poemas a la muerte) y El Hocicón (poemas lúdicos).
Rojas habla de los dibujos de Matta como "pedazos reproducibles en blanco y negro". "Me reconozco en su poesía", añade, "Matta es el poeta más poeta de Chile, con él el amor fou y la liberté funcionan de una forma extraordinaria. Él es una figura central del pensamiento poético de un país remoto". Un país, añadió Rojas, marcado por "el primer poeta": el paje de Felipe II Alonso de Ercilla, "él llegó a Chile con penas muy grandes de amor. Es el creador del mito de Chile, del coraje y la imaginación".
Las feas
El libro incluye un extenso poema inédito: La desabrida. "A veces me gustaban pavorosamente la feas", escribe Rojas, que entonces se detiene en los versos de 80 veces nadie y los recita: "¿Y?, rotación y / traslación, ¿nos / vemos / el siglo XXI? / ¿Nos vamos o / nos quedamos? / Van 80, / y qué".
"Yo soy un inconcluso", dice el poeta, "estoy por la contención, no por el derramamiento. De ahí me viene mi clasicidad. Decir lo máximo con lo mínimo, como decía Pound".
Rojas recibirá hoy por la mañana en la Universidad de Alcalá de Henares el Premio Cervantes, donde se le entregará, además, la Antología poética que han coeditado la propia universidad, la UNAM (Universidad Nacional Autónoma de México) y el Fondo de Cultura Económica. El premio lo dedicó a su padre (un minero del carbón que murió cuando él era niño) y a su segunda mujer (Rojas se ha casado cinco veces). Un Cervantes que reconoce la vitalidad de un poeta ("la poesía no se respira, se vive") y que se debatió hasta el último momento entre él y su compatriota Nicanor Parra.
Rojas y Parra fueron viejos amigos, aunque desde hace años viven distanciados. "No tengo ningún problema con Nicanor. Pero vivimos lejos el uno del otro. Yo vivo cerca de la cordillera y él cerca de Isla Negra. Pero yo nunca he sido un problema para Nicanor. Sus problemas son con Neruda. Nicanor ha querido desnurizar el mundo, aunque a veces se ha olvidado de que Neruda ya se encargó de desnurizarlo".
Babelia
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