El derrumbe de una cúpula causa 16 heridos en el hospital de Sant Pau
El peso de los escombros provocó el hundimiento del suelo de la sala de espera de ginecología
El hospital de Sant Pau de Barcelona, en funcionamiento desde principios del siglo pasado y ubicado en un complejo de 20 pabellones modernistas declarados Patrimonio de la Humanidad, vivió ayer el peor episodio de su historia al desplomarse la cúpula del pabellón de ginecología, en obras de rehabilitación, sobre una sala de espera llena de pacientes. Pese a la espectacularidad del accidente, sólo hubo 16 heridos, la mayoría de los cuales se precipitaron al piso inferior. Cinco personas sufrieron ataques de ansiedad. El accidente se produjo en pleno traslado escalonado del hospital a un nuevo edificio. El retraso en los plazos ha favorecido que la rehabilitación de algunos de los antiguos pabellones se hiciera sin haber trasladado aún la actividad.
Pasadas las 10:30 de la mañana un "tremendo estruendo" sorprendió a los pacientes y sus familiares que se encontraban en la sala de espera, que tiene forma circular, que hay bajo la cúpula del pabellón de la Mercè, que acoge los servicios de ginecología y obstetricia. "De repente, una nube de polvo ennegreció la sala y el suelo se vino abajo. Mi madre me cogió fuertemente del brazo para protegerme, pero ambas nos precipitamos hacia el piso de abajo. Todo el mundo gritaba, había personas con el rostro y el cuerpo ensangrentado. Fue un horror", explicaba ayer Jennifer, de 22 años, embarazada de dos meses, que ayer acudió al hospital de Sant Pau para hacerse una revisión porque en los últimos días había sufrido unos dolores en la barriga.
A pesar del fuerte golpe sufrido por la caída desde una altura de más de tres metros, los médicos le dieron el alta ayer por la tarde y en principio no se teme por la vida de su hijo, que le costó "tres años engendrar", según confesó ayer la muchacha.
La mayoría de los pacientes y familiares que esperaban en la sala no recibió el impacto de la primera caída de cascotes de la cúpula porque estaban sentados en las sillas que hay alrededor de la sala y que quedaron casi intactas. Sin embargo, la mayor parte de las personas cayeron por el hoyo cuando intentaron huir y la polvareda les impidó percibir que el suelo se había hundido en la parte central de la sala. Éste fue el caso de una de las heridas más graves, Rosalyn, de 19 años. Su novio, David, intentó agarrarla para que no se alejara de la pared, pero el peso de ella le arrastró también a él hacia el piso inferior.
"Todos los heridos deberían presentar una demanda", aseguraba ayer David en la sala de espera del servicio de Urgencias, tras ser haber sido atendido de los numerosos cortes y contusiones que sufrió y con una pierna escayolada."Afortunadamente, todos los heridos fueron evacuados a los pocos minutos, justo antes de que se acabara desplomando por completo el resto de la cúpula del edificio, lo que evitó consecuencias peores", admitió ayer la consejera de Interior del Gobierno de la Generalitat, Montserrat Tura, quien calificó el suceso de "muy grave".
En la planta inferior donde cayeron la mayoría de los heridos existe una sala de reuniones en la que una horas antes se habían reunido una veintena de médicos y enfermeras del servicio de obstetricia, según explicó la matrona del centro Isabel Zamora, que se encontraba impresionada por el trágico suceso.
Pese a la espectacularidad del accidente, no hubo que lamentar víctimas mortales. Además de las 16 personas que resultaron heridas de diversa consideración, otras cinco debieron ser atendidas de ataques de ansiedadron. Seis de las personas heridas son mujeres embarazadas, cuyo pronóstico no es grave.
Entre los heridos más graves hay una joven de 20 años con fractura craneoencefálica y una mujer de 54 años con traumatismo abdominal y rotura del bazo. Ambas fueron intervenidas ayer quirúrgicamente. También fueron operadas ayer otras dos personas por fracturas abiertas en las extremidades y otras dos esperaban ser intervenidas en las próximas horas al cierre de esta edición. Al cierre de esta edición, ocho de los heridos habían sido dados de alta.
Los afectados fueron atendidos en el mismo hospital de Sant Pau, aunque una mujer que estaba en proceso de inducción al parto, fue tasladada al hospital Vall d'Hebrón de Barcelona. El pabellón, en el que ayer mismo se paralizaron las obras, fue desalojado y numerosas visitas programadas del servicio de obstetricia tuvieron que aplazarse.
En el momento del accidente no había ningún operario trabajando sobre la cúpula derrumbada. En esta cúpula se iniciaron los trabajos de rehabilitación hace unos dos meses, sin que se hubiera detectado ningún movimiento que pudiera haber inducido a pensar que había riesgo de hundimiento, según la cosejera de Sanidad de la Generalitat, Maria Geli.
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