Los secuestradores de los civiles japoneses amenazan con matar hoy a uno de ellos

El grupo iraquí que mantiene secuestrados a tres ciudadanos japoneses amenaza con ejecutar a uno de ellos hoy a las cinco de la tarde (dos horas menos en la España peninsular) si el Gobierno de Tokio no retira sus tropas de Irak. Así lo anunció ayer en la cadena qatarí Al Yazira Mazher al Duleimi, que se presentó como mediador, sin que nadie pudiera confirmar sus palabras. El Gobierno alemán da por prácticamente segura la muerte de dos agentes del cuerpo de seguridad de la misión diplomática en Bagdad, desaparecidos el miércoles en Faluya, aunque espera una "identificación al cien por cien" de los cadáveres.

Mientras, el británico que se encontraba desaparecido en Nasiriya, a 270 kilómetros al sur de Bagdad, recuperó la libertad y anoche se encontraba "sano y salvo con las fuerzas de la Coalición", según informó un portavoz. "La resistencia iraquí ha acordado al Gobierno japonés un plazo de 24 horas, no renovable, antes de ejecutar al primer rehén", informó Al Duleimi en una conversación telefónica con Al Yazira. "Doce horas más tarde la condena a muerte se aplicará a los otros dos", añadió este hombre que dice presidir una hasta ahora desconocida Liga de la Defensa de los Derechos de los Iraquíes. Con anterioridad, unas autodenominadas Brigadas de los Muyahidín se responsabilizaron del secuestro y amenazaron con "quemar vivos" a los tres japoneses el domingo a mediodía. El sábado por la noche, una información difundida por la misma cadena árabe hablaba de su inmediata liberación.

"Esta mañana he visitado a los luchadores y hemos descubierto que todo lo que se dijo ayer es absolutamente falso y que los líderes de la resistencia han dicho que no liberarán a los rehenes", explicó Al Duleimi, quien reconoció no haber visto personalmente a los rehenes. El mediador dijo haber hablado con los responsables estadounidenses y haber informado a los japoneses por teléfono. Sin embargo, en Ammán, el enviado especial de Tokio, el viceministro de Exteriores Ichiro Aisawa, no precisó si había negociaciones en marcha ni a través de quién se estaban realizando.

Los secuestrados son dos cooperantes, Noriaki Imai, un joven de 18 años, y Nahoko Takato, una mujer de 34, y el fotógrafo independiente Soichiro Koriyama, de 32. Los tres se dirigían el pasado jueves a Bagdad desde Jordania por la autovía cuando al parecer fueron interceptados en las proximidades de Faluya.

De acuerdo con declaraciones oficiales y relatos periodísticos, el británico Gary Teeley fue liberado "gracias a la ayuda de las tribus árabes de la región" de Nasiriya, donde fue capturado el pasado lunes. Londres sólo reconoció su secuestro cuatro días más tarde. Al parecer, las gestiones hechas por los notables permitieron su entrega "a las autoridades de la coalición, que le trasladaron de inmediato a una base militar". El principal acuartelamiento de la zona es Base Libeccio, bajo mando de las tropas italianas.

Teeley, de 37 años, casado y padre de cinco hijos, trabaja como consultor para una empresa de Qatar, sin relación con los militares. Su secuestro es hasta ahora el único que se ha producido en una región chií, aunque fueron partidarios del líder radical de esa secta, Múqtada el Sáder, los primeros en anunciar la retención ilegal de extranjeros, entre ellos españoles, que no llegaron a materializarse. "Que no lo hayan hecho no significa que no planeen hacerlo", advertía ayer una fuente diplomática europea.

De la decena de occidentales dados por desaparecidos durante la última semana sólo hay confirmación visual de que se encuentren realmente secuestrados los tres japoneses citados, dos palestinos (uno con pasaporte canadiense y otro con documentación israelí) y un norteamericano. Dos escoltas alemanes que trabajaban en la embajada de su país en Bagdad fueron dados por muertos ayer, a falta de las pruebas de ADN.

Anoche, un grupo armado liberó a ocho camioneros asiáticos empleados por la coalición en Irak que había secuestrado, según anunció la cadena de televisión qatarí Al Yazira. También Al Yazira difundió el sábado un vídeo que mostraba al último secuestrado, un civil presentado como Thomas Hammill, norteamericano, al que amenazan con matar si EE UU no levanta el sitio a Faluya. Con anterioridad, otra grabación mostraba a los dos palestinos en poder de otro grupo desconocido, Ansar al Din (Partidarios de la Religión), que pide la liberación de todos los presos iraquíes en manos de las fuerzas de la coalición. Dos soldados estadounidenses se hallan desaparecidos tras el ataque a un convoy el pasado viernes.

Este nuevo frente resulta más difuso por cuanto los adversarios de la presencia de tropas extranjeras no tienen una estructura organizada ni un líder conocido. Actúan en grupos autónomos, aunque cada vez más coordinados, que toman sus decisiones de forma independiente. Aunque dirigentes religiosos tanto suníes como chiíes han condenado la práctica, su éxito mediático ha animado a otros. "Hay un cierto efecto imitación", reconoce un periodista iraquí que está siguiendo el fenómeno. "Después de que el primer grupo diera el paso, otros le han imitado".