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Europa armoniza los ensayos clínicos

La nueva regulación simplifica el proceso, pero preocupa que provoque conflictos de intereses

A principios de febrero de este año el Gobierno español publicó un real decreto que regula los ensayos clínicos con medicamentos. La iniciativa es una trasposición, con nueve meses de retraso, de una directiva europea de 2001 que introduce mejoras, pero también ha despertado críticas. "Cada país tenía una legislación propia. Esto dificultaba los ensayos clínicos y era una desventaja para los investigadores. El objetivo principal ha sido armonizar el marco legislativo en Europa", explica Teresa Millán, subdirectora general de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios.El real decreto define las nuevas reglas del juego, aunque resta -se publicará antes del 1 de mayo- una orden ministerial que recoja la letra pequeña. Las principales novedades respecto a la situación anterior son el dictamen único y la creación de centro coordinador de comités éticos que dependerá del Ministerio de Sanidad y Consumo.

Algunos investigadores alertan del conflicto de intereses que puede traer el nuevo marco
Las mayores novedades son el dictamen único y el centro coordinador de comités éticos

Hasta ahora, cualquier ensayo clínico con medicamentos en España, antes de realizarse, debía ser aprobado por el comité ético de investigación clínica (CEIC) del centro donde había de desarrollarse y autorizado por la Agencia Española del Medicamento. Se trataba de garantizar la seguridad, los derechos y el bienestar de los participantes en la investigación. El cambio legislativo no modifica estos objetivos fundamentales, pero sí el procedimiento, que se simplifica. De esta manera, los ensayos clínicos multicéntricos, esto es, los que se realizan en varios centros hospitalarios simultáneamente, sean nacionales o internacionales, requerirán de la revisión y aprobación por parte de un único CEIC de cada país.

Además, la directiva europea fija un plazo máximo en la toma de decisión. Desde que el CEIC recibe el protocolo y el resto de la documentación hasta que se aprueba o rechaza el ensayo, el tiempo máximo será de 60 días. Otro aspecto importante, que debe detallarse en la orden ministerial pendiente, es la selección del CEIC coordinador o de referencia que elaborará el dictamen único. "El promotor del ensayo será el que escoja el centro de referencia", según confirma Teresa Millán.

Pero el dictamen único despierta recelos. "No nos parece una buena solución que, en un contexto con un evaluador único, el CEIC que emite el dictamen sea el del investigador coordinador, elegido por el laboratorio", argumentan Immaculada Fuentes y Josep Maria Arnau, farmacólogos clínicos del Hospital Universitario Vall d'Hebron, de Barcelona. "Puede provocar un conflicto de intereses y llegar a cuestionarse la independencia del proceso de evaluación", afirman Fuentes y Arnau. Otro aspecto polémico es el papel del resto de CEIC, que no son el de referencia pero que participan en el ensayo, en la evaluación sobre el protocolo de la investigación. "La ley deja claro que el centro coordinador debe escuchar a todos los comités éticos de los centros que participen en el ensayo y adoptar una decisión de consenso", afirma Teresa Millán. Los farmacólogos Fuentes y Arnau no lo ven tan claro: "La participación del resto de CEIC en la evaluación del protocolo es muy limitada. Los comentarios se prevén, pero el peso determinante lo tiene el CEIC coordinador. Sería mejor un proceso de revisión por pares y que en caso de discrepancias se recurriera a un arbitraje".

De hecho, las discrepancias sobre el dictamen único se pusieron de manifiesto el último miércoles de marzo durante una reunión de CEIC convocada por la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios. En esta reunión, los representantes de numerosos comités de investigación se manifestaron contrarios a que sea el promotor del ensayo el que elija el CEIC de referencia que deberá elaborar el dictamen único.

Por su parte, la industria farmacéutica tiene una perspectiva diferente. "Nosotros estamos a favor del dictamen único. Unifica el protocolo para España y Europa. Pero el aspecto realmente importante es que simplifica el proceso y permite ganar tiempo. Los 60 días de plazo son un paso adelante pero habríamos preferido plazos aún más cortos en las fases tempranas del desarrollo clínico porque así habríamos conseguido que España acoja más ensayos clínicos. Hay que tener en cuenta que en España los trámites son más complicados que en otros países. Por ejemplo, la primera vez que se realiza un ensayo con una nueva molécula hay que presentar un informe denominado Producto en Fase de Investigación (PEI), en el que se establece su calidad, seguridad y eficacia. En otros países europeos no es necesario. En cualquier caso, hemos pasado de hacer muchas fases 3 y 4 a tener mayor presencia en las fases 1 y 2. Vamos a más y en buena parte es también, espero, por el nivel creciente de nuestros investigadores en biomedicina", señala Concha Marzo, directora de I+D de Novartis Farmacéutica.

La creación de un centro coordinador de los comités éticos acreditados en España (120 en la actualidad) es la otra gran novedad. Este organismo coordinador, que dirigirá Maria Antonia Serrano, unificará y agilizará los procedimientos de evaluación y cooperará con las comunidades autónomas para dar homogeneidad al sistema. Entre las novedades que afectan a los CEIC destaca el número de miembros. Hasta ahora eran siete; a partir de mayo el mínimo serán nueve, con la presencia obligada de un abogado y dos personas que no sean del mundo sanitario. Por tanto, se amplía el peso de la sociedad civil en la evaluación ética de los ensayos.

¿Y los pacientes, las personas que participan en el ensayo? Parece que hay acuerdo: el nuevo escenario es un paso adelante. "El objetivo principal del Ministerio de Sanidad es siempre proteger a los pacientes", señala Teresa Millán. El real decreto se fija especialmente en los ensayos clínicos con menores de edad y personas discapacitadas. De hecho, exige la presencia de un experto en pediatría o en la enfermedad durante la evaluación ética del protocolo. Pero en la relación y seguimiento del paciente hay todavía asignaturas pendientes. "Dentro del protocolo, los laboratorios preparamos el consentimiento informado que firma el paciente. Y a veces nos hemos encontrado, al realizar una auditoría, que falta algún consentimiento. Y esto es una falta muy grave", explica Concha Marzo.

Para Josep Maria Arnau e Immaculada Fuentes "el seguimiento del paciente es la pariente pobre del sistema. Hay que impulsar un seguimiento más proactivo, menos administrativo, que nos permita saber también cómo se desarrolla realmente el protocolo de ensayo y si difunden sus resultados y, por otra parte, conocer la percepción de los pacientes sobre la información recibida y sobre su participación en el ensayo".

Investigadores del laboratorio Glaxo Smith Kline para el desarrollo de medicamentos en Tres Cantos (Madrid).
Investigadores del laboratorio Glaxo Smith Kline para el desarrollo de medicamentos en Tres Cantos (Madrid).GSK

El futuro de la investigación independiente

Entre la comunidad investigadora existe preocupación ante el nuevo escenario. Para algunos no está claro el futuro de la investigación independiente. La investigación clínica independiente de la industria farmacéutica es fundamental para conocer mejor estrategias terapéuticas que ya existen", explica Xavier Carné, del Servicio de Farmacología Cínica del Hospital Clínic de Barcelona.

El grupo de trabajo sobre ensayos clínicos de la Sociedad Española de Farmacología Clínica ha elaborado un documento en el que se posiciona sobre el nuevo escenario europeo y español de ensayos clínicos. "Los requisitos de tipo legal y administrativo que impone la legislación sobre ensayos clínicos es una dificultad adicional a las muchas que ya tiene un investigador independiente o un grupo cooperativo. Parte de las dificultades se explican porque las legislaciones europea y española están pensadas para los proyectos de la industria farmacéutica", argumenta el informe.

Las dudas de la Sociedad Española de Farmacología Clínica sobre el futuro de la investigación independiente en España no son compartidas por las autoridades sanitarias. "El nuevo marco legislativo garantiza un espacio para la investigación independiente. Habrá gratuidad en la medicación y posibilidad de extinción del seguro obligatorio. Asimismo, se prevén seis millones de euros anuales para la investigación clínica huérfana", asegura Teresa Millán, subdirectora general de la Agencia del Medicamento. La letra pequeña, que debe conocerse durante el mes de abril, mostrará si la investigación independiente en España tiene o no tiene futuro.

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