Los llantos de alegría de los Márquez Alentà: “No puedo ni imaginar cómo se sienten nuestros padres”
La familia de los campeones del mundo sufrió y vibró con el histórico podio de Marc y Alex que culmina toda una vida de sacrificios y pasión por el motociclismo
Mientras todo el mundo comentaba el dominante triunfo de Marc y el excelente rendimiento de Alex en el GP de Tailandia que inauguró el Mundial de MotoGP de 2025, los hermanos Márquez Alentà solo pensaban en una cosa. “Tío, ¿tú sabes lo que es hacer primero y segundo?”, le preguntaba el hermano mayor al pequeño. “¡Impresionante!”, contestaba el otro. Y ambos soltaban una amplia carcajada. “¡Y todo el fin de semana!”, recalcaba el menor, de 28 años, mientras ambos viajaban juntos hacia el podio en la parte trasera de un carrito de golf. El ocho veces campeón del mundo no podía dejar de repetirlo: “Primero y segundo, primero y segundo…”.
No se lo creían ellos ni tampoco sus padres. Julià dando brincos en el garaje de Gresini con su familia italiana en las carreras, Roser a miles de kilómetros sentada en el sofá de casa, donde sufrió más que nadie el bonito e intenso duelo entre los hermanos de Cervera, sus dos niños. “¡Mamá, tranquila, estamos bien!”, le decían ellos antes de subirse al podio para inmortalizar un momento histórico, lanzando besos a las cámaras. En el parque cerrado, su padre les pidió que se acercaran y todos se fundieron en un sentido abrazo.
Mum, your kids are doing just fine! ❤️👋#ThaiGP 🇹🇭 pic.twitter.com/LXQ5VHmO2L
— MotoGP™🏁 (@MotoGP) March 2, 2025
Nunca unos hermanos habían compartido la primera y la segunda plaza en un gran premio de MotoGP, la máxima expresión del motociclismo de velocidad. “Me emociono al pensar que somos primero y segundo en MotoGP, esto no lo habían hecho nunca dos hermanos”, decía al borde del llanto Marc Márquez, las emociones a flor de piel al encarar los micrófonos de DAZN. El año pasado, en el GP de Alemania, ya compartieron un podio muy sentido en segunda y tercera plaza, un logro que anteriormente solo había conseguido los japoneses Nobuatsu y Takuma Aoki en Imola 1997.
“Para mí es la mejor victoria de mi trayectoria. La familia siempre ha sido lo más importante para mí. Mi hermano se lo ha ganado a pulso y yo sé todo lo que he trabajado para llegar hasta aquí. En el motociclismo no hay nada más allá. Aquí están los mejores pilotos del mundo”, reflexionaba el 93, que se estrenó con el rojo oficial de Ducati arrasando tanto el sábado como el domingo en Buriram, el circuito donde logró su último entorchado en 2019.
“No hay palabras para describir lo que se siente al compartir podio con tu hermano, es simplemente fantástico”, decía el puntal del equipo satélite de Ducati, el mismo Gresini que el curso pasado revitalizó la trayectoria de su hermano mayor después de cuatro años oscuros en Honda. “Marc lo ha dicho muy bien y con palabras muy bonitas, esto es un sueño y toca trabajar para que dure todo lo posible. Vamos a disfrutar del proceso, como siempre hacemos en los entrenamientos. Hemos trabajado mucho juntos, y es genial ver que puedes cosechar resultados por ello”, añadía el pequeño de la familia. En el recuerdo de ambos flotaba la presencia del ‘avi’ Ramón, fallecido hace poco más de un año.
Dos tíos muy chill, de risas, tranquilamente...
— DAZN España (@DAZN_ES) March 2, 2025
Como si no hubieran hecho historia siendo los primeros hermanos que dominan un fin de semana de MotoGP 🙌
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Como cada invierno, los hermanos Márquez Alentà se han entrenado a destajo juntos. La carrera en Buriram, para Alex, fue muy parecida a la dinámica de sus duelos de motocross, supermotard y otras disciplinas durante las interminables sesiones de entrenamiento alejados de los focos. “Ha sido como el último entrenamiento que hicimos juntos el pasado jueves, jugando al gato y al ratón, uno delante y el otro detrás, y viceversa”, sonreía el pequeño, que todavía busca su primer triunfo en un gran premio de la categoría reina. “En el siguiente yo segundo y tú primero”, bromeaba Marc. Fue él quien reconoció que ambos han trabajado más juntos que nunca para alcanzar este hito en familia. “No sé si repetiremos algo así, pero habrá más podios seguro”, aventuraba. El líder del certamen siempre ha defendido a Alex de aquellos que le reducían al “hermano de”, un calificativo ridículo cuando hablamos de todo un bicampeón de Moto3 y Moto2, las dos categorías de entrada a la élite.
Con 32 y 28 años, Marc y Alex han vivido toda la vida juntos. Primero bajo el techo de los padres, luego en la primera casa del mayor en Cervera y finalmente en la etapa de mayor cambio para ambos, con el traslado a uno de los barrios más acaudalados de Madrid. Este hito coincide, precisamente, con la emancipación definitiva del pequeño, que pronto se trasladará a un nuevo hogar para dejar de “molestar”, como ellos mismos bromean, al hermano y su pareja. “Ya sé como es, y sé qué pasará más tiempo en mi casa que en la suya”, aseguraba Marc recientemente en ‘El Hormiguero’. “Me han invitado a marchar”, decía Alex, de nuevo entre carcajadas.
Después de una carrera inaugural que volvía a situarle camino al trono después de su periplo de lesiones, dudas y crisis deportiva con Honda, Marc Márquez solo podía pensar en el gran momento que redondea la vida de pasión y sacrificios de toda una familia. “Ellos nunca pidieron ninguna recompensa por todo el esfuerzo, esto siempre fue una pasión para todos. Nunca nos dieron una moto para que llegáramos tan lejos en la vida, pero seguro que están muy agradecidos por este momento”, decía el ganador, todo sonrisas de complicidad con su hermano y ojos vidriosos cada vez que salía a colación el tema. “Estoy viviendo un sueño. Aunque solo es la primera carrera, vamos primero y segundo en el campeonato. No puedo ni imaginar cómo se sienten nuestros padres”, zanjaba tras el hito que siente suyo todo el clan de los Márquez Alentà.
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